¿Mantener el Embargo… o no?
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Lunes, Mayo 6,2013 | Por Mario J. Viera

MIAMI,Florida, mayo, Cubanet | Noticias y Prensa Independiente desde Cuba -Tres son las interrogantes que nos formula elprofesor Ariel Hidalgo a propósito del embargo comercial que Estados Unidos mantiene en contradel régimen castrista: “¿A quién le sirve realmente? ¿A quién verdaderamenteperjudica?, y nos llama a que pensemos por nosotros mismos, para queanalicemos “seriamente, serenamente, sin fanatismos, si vale la pena manteneruna política que evidentemente ha fracasado”.

Empezaré cuestionándome si realmente la opinión que expresara Berta Soler de mantener el embargo de Estados Unidos es, como apunta Hidalgo, “una gran ingenuidad (…)sostener que la política estadounidense de embargo contra Cuba le quita oxígenoal régimen castrista y que es un costo que debe pagar por sus reiteradasviolaciones a los derechos humanos”.

Mientras el régimen de Fidel Castro contaba con los muy generosos subsidios soviéticos,el embargo comercial no representó un escollo determinante para su existencia y continuidad y servía muy a propósito para su coartada de plaza sitiada. El embargo, entonces, permitía justificar su política represiva y sus constantesllamados a la defensa de la patria y el socialismo, por ello le era convenienteque se mantuviera el embargo. Cuba recibía petróleo de la Unión Soviética aprecios preferenciales y con la posibilidad de revender en el mercado internacional parte del crudo que recibía. El azúcar que exportaba a los paísesdel Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) se cotizaba por encima de losprecios del mercado internacional; por otra parte ─ con independencia del embargo ─ Cuba comerciaba ampliamente con numerosos países de Europa, Asia yAmérica Latina recibiendo créditos favorables de esos países. Con todo ese apoyo económico el castrismo pudo darse el lujo de promover la subversión, apoyando y entrenando a grupos guerrilleros en América Latina y participando en aventuras intervencionistas en conflictos bélicos en África.

Pero la situación entró en crisis luego de la caída del bloque soviético y la desaparición de los subsidios económicos y militares que le proporcionaba la desaparecida Unión Soviética. El régimen se vio urgido a establecer un sistema de subsistencia estricto que se conoció como “periodo especial en tiempo de paz”. Conociendo la precariedad de su sistema, el régimen incrementó sup olítica represiva mientras buscaba desesperadamente aliados internacionales que le sirvieran de apoyo económico y político y ganar un poco más de tiempo para mantenerse en el poder. Su tabla de salvación vino de la mano de Hugo Chávez quien pondría las riquezas venezolanas en función de su sostén ysobrevivencia y le ayudaría a salir paulatinamente de la crisis del denominado periodo especial. El embargo de Estados Unidos comenzaba ahora a afectar seriamente al castrismo.

La bonanza venezolana no puede durar eternamente y eso lo sabe muy bien Raúl Castro. Los precios del petróleo comienzan a reducirse con lo cual la economía venezolana pierde capacidad para sustentar el clientelismo que Chávez logró obtener a favor de sus ambiciones de liderazgo internacional mientras subsistía el boom de los precios petroleros. La gravedad de la salud de Hugo Chávez, y finalmente su muerte, plantearon una seria preocupación para el gobierno de los hermanos Castro. Rápidamente maniobraron para lograr un chavismo sin Chávez que les proporcionara la asistencia económica que tan urgentemente necesitan y que se mantuviera durante el mayor tiempo posible que la situación política de Venezuela permitiera. Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro es, por su esencia de ilegitimidad, muy débil y puede caer en cualquier momento como consecuencia de sus errores o por accionar de sus competidores dentro de los marcos de PSUV. Los Castro están conscientes de esta situación y saben que perder el oxígeno que le aporta el chavismo les traería consecuencias imprevisibles.

Según el criterio de Hidalgo, la dirigencia castrista “es capaz de sacrificar todas sus metas económicas en pos de alcanzar sus objetivos políticos” lo cual es cierto, pero dentro de ciertas condicionales. El castrismo, históricamente ha antepuesto lo político a lo económico, pero siempre en el plano interno; puede afectar a la economía interna para impulsar movilizaciones y operaciones militares en gran escala o parar las operaciones fabriles para montar un desfile de “reafirmación revolucionaria”; pero no puede dejar de obtener recursos económicos en moneda fuerte para sustentar a su Estado, sus fuerzas armadas, sus aparatos represivos y de inteligencia, su colosal campaña de propaganda a nivel internacional, y mantener la hegemonía de la élite partidista y del propio Partido Comunista; para eso necesita recursos.

Para obtener los recursos que les permitan ganar tiempo y darle un alargamiento a su poder, los Castros buscan inversiones extranjeras en empresas compartidas, se empeñan en el desarrollo del turismo a gran escala y sobre todo requieren acceder a fuentes de crédito financieros. No se trata de ideología sino del pragmatismo del poder, si hay que abrirse a la inversión privada y a las operaciones de las transnacionales se decidirán por esto, siempre que semantengan como único poder, sin admitir disidencia u oposición y con todo su aparato represivo funcionando. ¿Dónde pueden encontrar los recursos quenecesitan y el impulso económico que tan imperativo les resulta? La respuestaes simple: Estados Unidos. Tener acceso a sus créditos, a su mercado y poderrecibir el poderoso turismo estadounidense.

Entonces,bajo estos criterios, no sería una gran ingenuidad sostener que “la política estadounidense de embargo contra Cuba le quita oxígeno al régimen castrista” y, en conclusión, Berta Soler estaría muy atinada cuando reclamó que mantener el embargo, no contra Cuba, sino contra el castrismo, esquitarle oxígeno a la dictadura.

Realmente hay que ser muy ingenuo para pensar que el embargo “le brinda también al gobierno cubano una magnífica justificación ante el mundo para reprimir a disidentes como a la propia Berta Soler bajo el pretexto de que le hacen el juego al imperio en su ambición de aplastar la soberanía de la patria”.
Ningún gobierno serio puede justificar quecualquier otro gobierno reprima a sus opositores bajo un pretexto tan absurdo como el de la defensa de su soberanía. ¿Alguien justifica que el gobierno deCorea del Norte reprima hasta con la muerte a sus opositores debido a las sanciones internacionales que se le han impuesto? Corea del Norte podría tener esa “magnífica justificación ante el mundo”.

En los países del Socialismo del Siglo XXI se reprime a opositores y a la opinión contraria, simplemente bajo el pretexto de ser “lacayos del imperialismo”, sinque exista ningún embargo de los Estados Unidos contra ellos.

En Cuba tuve contactos con muchas sedes diplomáticas extranjeras, en ninguna de ellas pude percibir que los gobiernos que ellas representaban justificaran la represión castrista como resultado del embargo estadounidense. Todos esos funcionarios diplomáticos con los que tuve contactos sencillamente se solidarizaban con los opositores y disidentes cubanos, independientemente de que por razones de Estado no condenaran directamente al gobierno de Fidel Castro en ese entonces. Esas mismas razones de Estado de muchos gobiernos para reconocer al castrismo responden a un catálogo amplio de criterios; unos aspiran a poder cobrar la deuda económica que el castrismo tiene con ellos; otros quieren tranquilidad social en lo interno evitando irritar a los grupos de izquierda extremista; otros, no pocos, por ser gobiernos autoritarios o dictatoriales; muchos por irle a la contra a los Estados Unidos, ninguno pors olidaridad real con los Castro.

Es por estas razones que año tras año como expone Hidalgo, “más del 98 por ciento deesos gobiernos votan en la ONU contra Estados Unidos” en rechazo al embargo.

Tiene completa razón Ariel Hidalgo cuando afirma: “Ya ese gobierno ha demostrado sobradamente lo poco que le importa si ese pueblo sufre hambre o precariedades pues, después de todo, una población que tiene que pensar día a día cómo‘resolver’ su subsistencia, no tendrá tiempo ni espacio en sus cabezas para plantearse el alcance de metas políticas”. Tan cierto es que no dejaría de serlo aun si los Estados Unidos levantara unilateralmente el embargo. La supresión del embargo no modificaría significativamente la miseria y las precariedades de la población cubana; porque al totalitarismo lo que le interesa es garantizar que exista lo que ha expresado Hidalgo: una población que tiene que pensar día a día cómo “resolver” su subsistencia, para que no tenga“tiempo ni espacio en sus cabezas para plantearse el alcance de metas políticas”.

Con esto dejo respondidas las interrogantes de Ariel Hidalgo sobre el tema delembargo “seriamente, serenamente, sin fanatismos”.
Según cifras de la firma estatalAlimport los EE.UU. han hecho más de $ 4,400 millones de dólares en negocioscon el régimen Castrista del 2001 al2009. Actualmente los EE.UU. es el mayor proveedor de alimentos de Cuba y ocupael cuarto lugar entre los países que másexportan a la misma.

Cuba importa el 80% de los alimentos que sus 11,2 millonesde cubanos consumen, a pesar de que el régimen ha mantenido más de la mitad dela tierra cultivable de la isla ociosa durantedécadas.

¿Cómo es posible que el cuartomayor socio de importación y el mayor proveedor de alimentos del régimen pueda mantenerun "bloqueo" del mismo? Las mentiras de los agentes castristas imitanla técnica de propaganda de Joseph Goebbels, “Una mentira repetida mil veces eventualmente se convierte en verdad” o esta otra “Cuanto másgrande sea una mentira, más gente la creerá.”