Gobernación Española de Taiwán
1626-1642
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Las colonias europeas en Taiwán hacia 1650, en verde la Gobernación española de Formosa.
Durante 16 años del siglo XVII el norte de la isla de Taiwán (llamada por los ibéricos Formosa o Isla Hermosa) estuvo bajo control español formando una gobernación dependiente de la Capitanía General de las Filipinas dentro del Virreinato de Nueva España.
Antecedentes
Los portugueses fueron los primeros europeos en llegar a Taiwán en 1582 bautizándola con el nombre de Ilha Formosa (Isla Hermosa). El establecimiento de los holandeses de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en Anping (con el nombre inicial de Orange y posteriormente Fort Zeelandia), en la bahía de la actual ciudad de Tainan al sur de la isla desde 1624, resultaba negativo para España debido al floreciente comercio entre los mercaderes chinos y la colonia española de Manila. La razón principal de ese comercio era la plata que los españoles transportaban a Manila desde el puerto de Acapulco. La plata española atrajo a Manila a un número creciente de mercaderes chinos que llegaron a formar un asentamiento permanente en las principales ciudades Filipinas y no solo Manila, en los barrios que recibieron los nombres de parianes.
Gobernación
La presencia holandesa en Taiwán suponía una amenaza para los intereses comerciales españoles, y España, por iniciativa del capitán general de las Filipinas Fernando de Silva, envió una expedición desde las Filipinas para conquistar Taiwán al mando de Antonio Carreño Valdés. Desembarcaron en el norte de la isla evitando a los holandeses que se hallaban asentados en el sur, el 7 de mayo de 1626 en un lugar que denominaron Santiago. Se fundó en la bahía de Jilong el puerto de La Santísima Trinidad (actualmente Keelung) defendido por un fuerte llamado de San Salvador en la pequeña isla de Heping. Se crearon 6 pequeñas fortificaciones para defender el fuerte con un contingente de 200 españoles con poco más de una docena de piezas de artillería.
El 17 de agosto de 1627 el nuevo gobernador y capitán general de Filipinas, Juan Niño de Tabora, zarpó de Cavite con 8 barcos para reforzar la presencia española en Taiwán, sin resultados positivos. En 1629 se fundó el pueblo de Castillo en la localidad de Tamsui (Danshui), cerca de la actual Taipéi, donde se edificó otro fuerte llamado Santo Domingo.
La presencia de los españoles en el norte de la isla y de los holandeses en el sur llevó a una rivalidad entre ambas potencias, los españoles de Taiwán consiguieron repeler la primera agresión naval holandesa en 1630 organizada por Pieter Nuyts. La pérdida de alguno de los barcos de abastecimiento anual enviado desde Manila, hizo que los españoles de la isla se internaran en el interior en busca de alimentos, como consecuencia, en 1636 se produjo un alzamiento de los indígenas del área de Tamsui, quienes destruyeron la fortificación española, muriendo 30 de sus 60 defensores, siendo reconstruida luego.[1]
El debilitamiento de la presencia española por los constantes tifones, los enfrentamientos con los aborígenes y holandeses y la presencia de numerosas enfermedades como la malaria, hizo que abandonaran Tamsui en 1638 y en 1642 acabó con la ofensiva de un flota holandesa que conquistó La Santísima Trinidad y expulsó a los españoles de Taiwán.[2]
Durante la presencia española en Taiwán, se desarrolló una intensa actividad misionera católica lográndose el bautismo de 5.000 indígenas por medio de los misioneros: Bartolomé Martínez (1626–1629), Domingo de la Borda (1626), Francisco Váez de Santo Domingo (1626–1636), Francisco Mola (1627–1631), Ángelo Cocchi de San Antonio (1627–1632), Juan de Elgüeta (1627–1629) y Francisco de Acebedo (1627–1629).
El control holandés sobre la isla, limitado a las zonas costeras más accesibles, continuaría hasta el año 1662 cuando fueron expulsados de la isla por el rebelde chino Zheng Chenggong, más conocido en Occidente como Koxinga.
Gobernadores españoles de Formosa
Antonio Carreño Valdés, 1626–1629
Juan de Alcarazo, 1629–1632
Bartolomé Díaz Barrera, 1632–1634
Alonso García Romero, 1634–1635
Francisco Hernández, 1635–1637
Pedro Palomino, 1637–1639
Cristóbal Márquez, 1639–1640
Gonzalo Portillo, 1640–1642
Gobernación española de Taiwán - Wikipedia, la enciclopedia libre
Última edición por Michael; 27/09/2013 a las 01:55
La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.
Antonio Aparisi
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Antonio Aparisi
Un fuerte español bajo el suelo de Taiwán
Un fuerte español bajo el suelo de Taiwán
Arqueología. Investigadores del CSIC excavan en la isla china para desenterrar los restos de una fortaleza colonial del siglo XVII
JAVIER YANES MADRID
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Una imagen de las excavaciones realizadas hasta ahora.
Apocos centímetros de las ruedas de los coches, un pedazo de la historia está saliendo a la luz. El escenario no es precisamente una jungla remota o un desierto hostil: entre edificios apiñados, a la entrada de un aparcamiento y frente a los astilleros de CSBC (antes China Shipbuilding Corporation), en el puerto de Keelung (Taiwán). Allí, restos de un antiguo enclave español yacen como testigos mudos del fallido intento del rey Felipe IV por controlar una plaza estratégica en el comercio de las Indias Orientales.
Pero una gran parte de los restos aún tendrá que esperar. El equipo hispanotaiwanés empeñado en este proyecto de enorme valor histórico se enfrenta a la incomprensión del astillero estatal, que hasta ahora ha denegado el permiso para excavar en la zona donde los arqueólogos creen que se ubicó el fuerte de San Salvador, de unos cien metros de lado. "La mayor fortaleza española en el Lejano Oriente", pondera José Eugenio Borao Mateo, un zaragozano doctorado en historia en Barcelona y que desde 1990 ejerce como profesor en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Taiwán.
El enclave pretendía proteger la ruta comercial entre China y Manila
Borao Mateo está removiendo Madrid con Taipéi para impulsar su proyecto, Del Renacimiento al Neolítico: la fortaleza española de Keelung y su entorno previo austronesio y prehistórico. La iniciativa está cofinanciada por ambos países y en ella trabajan investigadores del Consejo Nacional de Ciencias taiwanés y del Instituto de Historia y el Centro de Ciencias Humanas y Sociales, ambos del CSIC.
Los científicos quieren rescatar un enclave bien documentado históricamente, pero aún oculto para la arqueología. Durante los 16 años que duró la presencia española en Taiwán, de 1626 a 1642, el pequeño puerto de La Santísima Trinidad intentó proteger la ruta marítima entre la región continental costera de Fujian y la capital de la Capitanía General de las Filipinas, Manila. El gran rival era Holanda, que dominaba la costa occidental de Taiwán y que acabaría expulsando a los españoles de aquel territorio.
Dónde marcar la X
Con el investigador del CSIC Juan Manuel Vicent a la cabeza de la pata española del proyecto, la arqueóloga María Cruz Berrocal ha estado al frente del trabajo de campo en Taiwán. El primer paso era localizar los emplazamientos más prometedores para excavar, y no parecía tarea fácil. "Es una zona muy abigarrada de construcciones", explica Berrocal. Para marcar la X, la documentación reunida por Borao Mateo fue esencial. "Conseguí dar con las fotografías y el diario de excavaciones de los trabajos que hizo el Gobierno colonial japonés en 1936 en uno de los bastiones del fuerte, aunque al año siguiente, tal vez por la inminente guerra con China, lo destruyeron para construir los astilleros", relata el profesor. "Años atrás colaboré con un arqueólogo e hicimos un análisis de radar de penetración terrestre (GPR) que sirvió para identificar los posibles cimientos de uno de los lados de la fortaleza, a metro y medio bajo tierra".
"San Salvador era la mayor fortaleza española en el Lejano Oriente"
Pero tras la negativa de los astilleros a autorizar la excavación, los arqueólogos tuvieron que conformarse con el aparcamiento. "Superponiendo mapas holandeses, japoneses y modernos digitalizados, concluimos que allí se encuentra una iglesia de piedra construida por los dominicos que vinieron a la isla", expone Borao Mateo, que resume el progreso de estos trabajos: "Abrimos cuatro catas en la zona norte sin resultado aparente, por lo que nos hemos trasladado a la zona sur, donde está apareciendo un tapial impresionante; aún no podemos decir si pertenece a alguna estructura española o indígena".
Y es que, como lonchas de embutidos en un sándwich, las excavaciones han cortado un variado menú cronológico que abarca desde el Neolítico hasta la época japonesa, pasando por la Edad del Hierro y la dominación china. "Estamos contentos porque están apareciendo finas piezas neolíticas, otras indígenas, y de la dinastía Qing y japonesas; y materiales del siglo XVII contemporáneos a la presencia hispana, pero que aún tenemos que estudiar", apunta Borao Mateo. Aunque es un primer bocado para los arqueólogos, todo se analiza exclusivamente en los laboratorios taiwaneses. "No nos dejan sacar nada del país se lamenta Berrocal. Lo único que podemos traer a España son muestras de suelo para analizarlas y estudiar cómo se formó ese suelo para la datación".
El astillero estatal hasta ahora ha denegado el permiso para excavar
Ciencia contra burocracia
El equipo confía en que la naval transija para acometer las excavaciones de mayor calado, las de la fortaleza principal. Un segundo enclave de interés es otro hueso duro de roer por requerir también un permiso especial. "Hay dos zonas elevadas que los españoles llamaban La Mira y La Retirada, con fuertes auxiliares. Entre ambas, españoles y holandeses libraron una batalla de una semana. Es posible que allí aparezcan elementos hispánicos, pero se encuentran en instalaciones militares. Aunque, curiosamente, van a dar más facilidades para entrar a excavar que los astilleros", comenta Borao Mateo. "El problema en el astillero es que dicen que tienen que fabricar barcos y que nosotros estorbamos", señala Berrocal. Parte del problema parece ser el extraño limbo político en el que sigue la isla de Taiwán, una nación independiente de facto pero no reconocida por ninguna potencia, y que la República Popular del continente aún espera anexionar oficialmente. "Por eso tienen un exceso de celo con sus instalaciones estratégicas, aunque el astillero está en declive. Y la burocracia allí es terrible", apunta la experta del CSIC.
A la espera de la próxima campaña de excavación, en primavera, los científicos confían en que el proyecto suscite tanto interés en España como lo ha hecho en Taiwán. "Allí están entusiasmados", celebra Berrocal. "Esperemos que en España ocurra lo mismo", añade. De hecho, cuenta Borao Mateo, fueron los taiwaneses quienes en 2010 viajaron a España en busca de expertos del CSIC que se sumasen al proyecto. El sueño de este profesor, después de 20 años estudiando la huella española en Taiwán, es ver construido allí un parque arqueológico. Además de servir a académicos e investigadores, atraería el turismo español hacia aquel rincón de Asia.-
La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.
Antonio Aparisi
Una universidad taiwanesa busca rescatar el pasado hispánico de la isla
EFE - Taipei
13/05/2016 - 18:05h
Una universidad taiwanesa busca rescatar el pasado hispánico de la isla
La Universidad taiwanesa de Tamkang busca rescatar el pasado hispánico de la ciudad donde está ubicada su sede central, Tamsui, con un proyecto que intenta ligar el centro académico a su entorno, rescatar su cultura e historia, e internacionalizarlo.
La rectora de Tamkang, Flora Chia-I Chang, en la ceremonia de presentación del proyecto, subrayó la visión internacional y local de la universidad y su deseo de cooperar en la recuperación del legado cultural de Tamsui y su internacionalización.
El embajador de Nicaragua en Taiwán, William Tapia, en representación de la embajadora de Guatemala, Olga María Aguja, y diplomáticos de Honduras y otros países, resaltó la intensa relación académica de Tamkang con Latinoamérica.
"Tamkang ha internacionalizado a la bella ciudad de Tamsui, ubicada en el Nuevo Taipei, sobre todo con respecto a Latinoamérica", apuntó Tapia.
Tamkang obtuvo el apoyo del Ministerio de Educación de la isla para su proyecto "La Educación de Humanidades y Ciencias para la Nueva Ciudad de Taipéi: Elevándose a un nivel mundial", en el que colabora la Facultad de Lenguas y Literaturas Extranjeras.
"El principal objetivo del proyecto es aplicar al aprendizaje los recursos a Tamsui y contribuir al rescate del legado cultural al tiempo que se lo internacionaliza", dijo a Efe, la principal impulsora del proyecto, Lucía Chen, decana de la Facultad de Lenguas y Literaturas Extranjeras.
Además del rescate de la cultura e historia local, el proyecto busca traducir los resultados a ocho idiomas, incluido el español, y busca paralelismos entre fenómenos culturales en Tamsui y el extranjero.
"La Semana Santa en los países hispánicos se parece a una ruta religiosa en Tamsui y el culto a la diosa protectora Matsu tiene puntos en común con el Occidental a la Virgen María", señaló Chen.
Tamkang es la única universidad de Taiwán con un Instituto de Postgrado en Estudios Latinoamericanos y su departamento de Español es el más veterano del país, con 66 años de historia, agregó la decana.
Tamsui fue uno de los principales centros de la Gobernación Española de Taiwán (1626-1642) y la sede del Fuerte Santo Domingo, donde se hicieron fuertes los hispanos procedentes de Filipinas, a la sazón dependiente del Virreinato de Nueva España (México).
El control hispánico del norte de Taiwán finalizó cuando los holandeses lanzaron una campaña naval en 1642, en la que lograron expulsar a los españoles de sus fuertes en Tamsui y Keelung.
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Fuente:
Una universidad taiwanesa busca rescatar el pasado hispánico de la isla
Historia
La colonia perdida que los soldados españoles fundaron en Taiwán: una «Nueva York» del siglo XVII
Un estudio arqueológico en las ruínas de San Salvador de Isla Hermosa determina que dicha ciudad -fundada por los españoles en 1626- fue un primer núcleo de globalización en la historia.
Buques del S XVII - ABC
ABC HISTORIA/ AGENCIAS Madrid
24/03/2017 13:01h - Actualizado: 24/03/2017 15:07h. Guardado en: Historia
Corría 1626 cuando el gobernador de Filipinas, Fernando de Silva, decidió mandar a uno de sus hombres de confianza, el Sargento Mayor Antonio Carreño de Valdés, a Isla Hermosa (ubicada en la actual Taiwán).
Según los escritos, le envió junto a una expedición formada por dos buques y unos cuantos soldados españoles. Su objetivo era evitar que los hoy holandeses (asentados al sur de aquel trozo de tierra) les torpedearan el comercio en la apreciada Manila. Además, por supuesto, de ganar un mayor dominio sobre la zona y evitar los ataques de los molestos piratas.
El 11 de mayo, la expedición llegó al norte de la isla y, pocas horas después, entró viento en popa y a toda vela en su destino. Cinco jornadas después, los españoles posesión de la zona. Y lo hicieron de forma oficial mediante el siguiente texto: «En el [recién fundado] puerto de Santísima Trinidad, y fuera de San Salvador de Isla Hermosa, a 16 días del mes de mayo de 1626, el capitán y sargento mayor, Antonio Carreño de Valdés, como superior, lugar y teniente del Goebrnador y Capitán General en ella, dijo que, por cuanto en virtud de la orden que viene del señor don Fernando de Silva, […] había comenzado a fortificarse y, en nombre de su Majestad, adquirir y tomar posesión de estas islas».
Así comenzó una época de bonanza en aquella colonia que, para desgracia española, acabó en 1642, cuando una flota holandesa conquistó la ciudad, tomó sus fuertes, y mandó a los españoles a freír lo que tuvieran que freír de vuelta. Fueron apenas 8 años de estancia. Sin embargo, un estudio arqueológico en las ruinas de esta isla acaba de desvelar que esta colonia fue el primer «núcleo de globalización de la historia». Es decir, la «Nueva York» (haciendo un curioso paralelismo) de la época.
La investigación, concretamente, ha sido dirigida por María Cruz Berrocal, asociada al Departamento de Historia y Sociología de la Universidad de Constanza. Una experta que está comenzando a llenar un vacío de información relacionada con este asentamiento.
Y es que, en el pasado los investigadores han prestado poca atención a la colonización europea de Asia Pacífico a partir del siglo XVI. Ahora, sin embargo, sus excavaciones arqueológicas en un asentamiento al norte de Taiwán han traído una nueva perspectiva que afirma, a día de hoy, que la pequeña colonia española fue un primer lugar globalizado.
La investigación
El foco de su investigación es un asentamiento en la pequeña isla de Heping Dao, que pertenece a la ciudad de Keelung (en el norte de Taiwán). Las excavaciones, realizadas en este sitio desde 2011, han recuperado importantes artefactos arqueológicos que desvelan que la región jugó un papel importante para Taiwan y también fue influyente durante la era de la colonización europea.
«Taiwan fue una coyuntura para las relaciones comerciales en la región del Pacífico y un centro de interacción extensa»
Las excavaciones del grupo de investigación internacional de María Cruz Berrocal han desvelado, además, que la influencia europea en la zona fue mucho mayor de lo esperado. Ejemplo de ello es que los arqueólogos han descubierto los cimientos de una iglesia o convento cristiano y su cementerio asociado. «Nuestros hallazgos demuestran que esta colonia no desempeñó un papel marginal: Taiwan fue una coyuntura para las relaciones comerciales en la región del Pacífico y por lo tanto un centro de interacción extensa», explica María Cruz Berrocal.Las excavaciones, con la más reciente de septiembre a noviembre de 2016, han descubierto hasta ahora seis entierros y otros restos humanos dislocados cerca de la iglesia.
En noviembre de 2016, los arqueólogos desenterraron un esqueleto de una persona fallecida que fue inhumada con las manos dobladas en oración. «Estos son los primeros enterramientos europeos de este período descubiertos en toda la región de Asia y el Pacífico y contienen los primeros restos humanos documentados. El cementerio colonial que desenterramos es también el más antiguo de la región», ha añadido la experta.
Los hallazgos iniciales indican que los restos humanos pertenecen a personas procedentes de Europa, Asia y -posiblemente- África. «Los resultados demuestran que estamos tratando con un centro de globalización temprana. La construcción de estilo español de la iglesia ilustra que esta colonia era tan importante para la Corona española como otras colonias establecidas en otros lugares, como en las Américas, por ejemplo. Su intento de ganar un punto de apoyo a largo plazo en la región del Pacífico fue en última instancia frustrado, por lo que los historiadores desde entonces han asumido que Taiwán sólo desempeñó un papel marginal, pero no es así», ha concluído María Cruz Berrocal.
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Fuente:
La colonia perdida que los soldados españoles fundaron en Taiwán: una «Nueva York» del siglo XVII
Cuando Taiwán fue una isla española
Jorge Alvarez 17 Junio, 2017
Licenciado en Historia y diplomado en Archivística y Biblioteconomía. Fundador y director de la revista Apuntes (2002-2005). Creador del blog El Viajero Incidental. Bloguer de viajes y turismo desde 2009 en Viajeros. Editor de La Brújula Verde. Forma parte del equipo de editores de Tylium.
10 islas que hay que visitar en Norteamérica
La colonia española que se independizó tres veces en 44 años
En el año 1143 Alfonso I de Portugal firmaba con Alfonso VII de León el Tratado de Zamora, por el que se constituía un reino luso independiente que fue reconocido treinta y seis años más tarde por el papa Alejandro III mediante la bula Manifestis probatum. El nuevo país aún tendría que formarse territorialmente terminando su Reconquista, incorporando importantes ciudades y superando el peligro que supuso el intento de invasión castellana en Aljubarrota en 1385.
Solucionado todo esto, Portugal entró en un período de esplendor que se conoce como la Era de los Descubrimientos, de la mano de reyes como Juan II o Manuel I y de la de grandes marinos como Enrique el Navegante, Gil Eanes o Bartolomé Díaz. Gracias a ellos, los portugueses se volcaron hacia el Atlántico, dominando sus rutas y controlando buena parte de la costa oeste de África desde principios del siglo XV.
Ello, tras no pocos roces, obligó a la Castilla de los Reyes Católicos a proyectar su expansionismo en una dirección diferente y así fue cómo llegaron a América, en lo que inicialmente se pensaba que era un itinerario hacia las Indias alternativo al que buscaban sus vecinos rodeando el Cabo de Buena Esperanza. Esa carrera hacia Oriente la ganó Portugal cuando Vasco de Gama arribó a la India; iniciaba así el establecimiento de una red de factorías comerciales que jalonaban la nueva ruta especiera y fueron ampliando luego Pedro de Covilha, Álvarez del Cabral, Lorenzo de Almeida y otros.
Vasco de Gama/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons
Pero, entretanto, los castellanos no se habían cruzado de brazos y mientras Cortés estaba inmerso en la conquista del imperio mexica, un portugués al servicio de Carlos V, Fernando de Magallanes, zarpaba al mando del que sería uno de los viajes navales más importantes de la Historia, intentando replicar a Vasco de Gama en la apertura de otro itinerario hacia Asia, en su caso rodeando Sudamérica. Magallanes falleció durante la empresa pero ésta fue terminada por Juan Sebastián Elcano y, así, aparte de consumar la primera vuelta al mundo, la puerta de las Indias Orientales quedaba abierta también para España.
En esa dura competencia ibérica aparece una isla frente a la costa china que ya estaba habitada desde decenas de miles de años atrás, perfilando a un pueblo de habla malayo-polinesia. Como se encontraba en la ruta entre la colonia portuguesa de Malaca (fundada por Alfonso de Albuquerque en Malasia en 1511) y Japón, era cuestión de tiempo que los navegantes la avistaran, algo que finalmente ocurrió en algún momento del siglo XVI. Se la bautizó con el nombre de Formosa, que evidentemente significa hermosa.
Aborígenes taiwaneses/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons
Sin embargo, ningún europeo la pisó hasta 1582, cuando uno de los barcos que navegaban por esa ruta naufragó y los ocupantes tuvieron que ponerse a salvo en la isla. Uno de ellos era un jesuita portugués llamado Francisco Pirez, que fue el primero que hizo una descripción escrita del lugar llamando la atención sobre él. Ahora bien, entre los náufragos también había españoles, que en cuanto pudieron informaron a las autoridades de aquel ignoto territorio insular.
Para entonces, España ya estaba asentada en Asia y Oceanía. Miguel López de Legazpi había fundado el primer asentamiento en Cebú en 1565, origen de lo que en breve sería la Capitanía General de las Filipinas, dependiente del Virreinato de Nueva España y ampliada con la toma de posesión de una serie de islas y archipiélagos como Guam (Magallanes, 1521-Legazpi, 1565), Palaos (Gómez de Espinosa, 1522-Gómez de Villalobos, 1543), las Carolinas (Álvaro de Saavedra, 1528) y las Marianas (Legazpi, 1521).
Estatua de Legazpi en su localidad natal de Zumárraga/Foto: Zarateman en Wikimedia Commons
Se daba además otra circunstancia: en 1580 Portugal se integró en la Monarquía Hispánica al quedar su trono vacante tras la muerte en la Batalla de Alcázarquivir del rey Sebastián I (1578) y la de su sucesor el cardenal Enrique dos años después. Felipe II, hijo de la emperatriz Isabel de Portugal, hizo valer su derecho al trono. Antonio, prior de Crato, hijo bastardo del infante Luis I y nieto del rey Manuel I, presentó su propia candidatura pero el duque de Alba se encargó de zanjar la cuestión derrotándole en la Batalla de Alcántara.
Ahora bien, una de las condiciones aceptadas por Felipe para poder reinar fue que ni el reino ni sus territorios de ultramar pasarían a ser provincias castellanas. Algo que si no se hizo de derecho sí ocurrió de hecho porque el monopolio comercial portugués en el otro extremo del mundo se disolvió poco a poco en beneficio de Manila, puerto que enlazaba con América mediante el Galeón de Acapulco; éste traía importantes cantidades de plata a los parianes (mercados), llenos de comerciantes chinos interesados en el metal precioso.
Primera vista conocida de Manila/Imagen: Scripta Nova
Por eso la noticia de que los holandeses se habían establecido en la bahía de Tainan, al sur de Formosa, cayó como una bomba. Era el año 1624 y para entonces las Provincias Unidas (la parte independizada del antiguo Flandes español, que retenía los Países Bajos de la parte sur) ya eran una auténtica potencia comercial y marítima gracias a la célebre Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, creada en 1602 para gestionar en monopolio el comercio con Asia, con capacidad para fundar colonias, declarar guerras, negociar tratados, acuñar monedas…
La Compañía, que tenía una sede en Batavia (Java) que mantenía estrechas relaciones comerciales con el puerto japonés de Nagasaki desde 1609, decidió fundar también una ciudad en Formosa para comerciar con China; ya habían tratado de echar a los portugueses de Macao e intentado entrar por la fuerza en las Islas Pescadores chinas (actuales Pengu), pero en ambos casos fueron rechazados. Esta vez optaron por la diplomacia y acordaron con la dinastía Ming establecerse en Formosa, cuya colonización no había llevado a cabo nadie todavía pese a las visitas esporádicas.
Fort Zeelandia/Imagen: Nor Even Past
Erigieron una colonia llamada Orange, cuyo nombre cambió luego a Fort Zeelandia y actualmente es conocida como Anping, un islote costero. Una amenaza evidente para los intereses económicos de Manila, por eso el capitán general de las Filipinas, Fernando de Silva, puso a Antonio Carreño Valdés al frente de una expedición que debía ocupar la isla y expulsar a los recién llegados. El 7 de mayo de 1626 doscientos hombres desembarcaron al norte, en la bahía de Jilung, y fundaron el puerto de La Santísima Trinidad, hoy en día denominado Keelung, protegido por un bastión artillado ubicado en el islote de entrada a la bocana. A Formosa la rebautizaron con el nombre de Todos los Santos.
Poco a poco, los españoles fueron expandiéndose y al año siguiente llegó una escuadra con refuerzos, lo que permitió un nuevo asentamiento en 1629 al que se bautizó como Castillo (hoy Tamsui, que aún conserva restos de las defensas construidas, el Fuerte de Santo Domingo, y trazas del idioma castellano). Desde esas bases, media docena de misioneros realizaron una intensa actividad evangelizadora que logró la conversión al cristianismo de miles de nativos.
Mapa del puerto de La Santísima Trinidad /Imagen: dominio público en Wikimedia Commons
Sin embargo, los holandeses no sólo no se fueron sino que viendo peligrar su presencia, atacaron a los españoles desde el mar en 1630. Ello supuso la incomunicación española con Manila y la interrupción del convoy de suministro, obligando al asentamiento hispano a buscar provisiones en el interior mediante la imposición de fuertes tributos y provocando así roces con los indígenas, que en 1636 se alzaron en armas y masacraron a la mitad de la guarnición de Tamsui. Asediados desde dos frentes, sin medios y azotados por los tifones propios de esas latitudes, cuyos efectos destructores originaron una epidemia de malaria, los españoles tuvieron que abandonar Tamsui dos años después para congregarse en La Santísima Trinidad.
Éste se mantuvo hasta 1642, cuando otra flota enemiga se presentó ante las murallas, derribándolas a cañonazos y conquistando la posición tras seis días de resistencia. Los españoles abandonaron la isla y nunca más volvieron. Sebastián Hurtado de Corcuera, gobernador de Filipinas, fue considerado responsable y sometido a juicio, pasando cinco años en prisión. Pero la realidad es que para entonces el reinado de Felipe IV ya había entrado en una lenta decadencia y, con otras potencias rivalizando en el mar, cada vez le costaba más defender posesiones lejanas.
Las zonas de control de la isla: en verde, española; en magenta, holandesa; en naranja, Reino de Middag/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons
De todas formas, los neerlandeses tampoco se sostendrían mucho más en Formosa, de la que no controloban más que la zona litoral; en 1662 el chino Zheng Chenggong, más conocido como Koxinga, los expulsó.
Fuentes:
/Historia general de España y América (Luis Suárez Fernández)
/How Taiwan bacame chinese. Dutch, spanish and the colonization in the seventeenth century (Tonio Andrade)
/An overview of the spaniards in Taiwan (1626-1642) (José Eugenio Borao)
/El señor del mundo. Felipe II y su imperio (Hugh Thomas)
/Wikipedia
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Fuente:
Cuando Taiwán fue una isla española
En 1580 la Monarquía española al incorporar la portuguesa tenía ya todo el monopolio comercial, rutas.
Ganadas con inmenso esfuerzo, arrojo, audacia, diplomacia y defensa.
El monopolio del Atlántico, el Índico y el Pacífico; los puertos más avanzados y estratégicos: España con Portugal.
Lástima de rivalidades y malas influencias. Bien podrían habernos seguido, estár con nosotros, así de claro,
con el cobre que dimos a esos holandeses, herejes que llegaban por la mar enarbolándo la bandera con mentiras para el expolio, abuso, como ....Piratas, que eran claro. Recuerdese por ejemplo, Brasil. ¿Quién acudió a su socorro?.
Tándem Aquila Vincit
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Salve, llena de gracia; el Señor es contigo..
Bendita tú eres entre todas las mujeres que fueron, son y serán; Reina Virginal, Madre Santísima, Virgen Pura..El Espíritu Santo vendra sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá; por eso el santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios.
Y el Oriente, Luz Verdadera vino al mundo e ilumina a todo hombre y toda mujer como Sol de justicia.
TÚ DIOS mío solo ayúdanos, que nosotros haremos para Su camino.
Ríos Coronel propone conquistar Formosa (27 junio 1597)
Manuel de Francisco 21/06/2024
En una carta fechada en Manila (Filipinas) el 27 de junio de 1597, Hernando de los Ríos Coronel, escribió al rey Felipe II, aconsejándole la conquista de la isla de Taiwan (isla de Formosa en español). Hoy en día, Taiwán tiene unos 20 millones de habitantes, en el siglo XVI, tenía muchos menos pero lo que no se ha modificado son dimensiones, unos 400 km de largo por 150 de ancho, ni su posición geográfica a 120 km de China y 600 km al norte de las Filipinas. Todo ello a más de 11.000 km de España, parece una quimera, pero ni el proyecto era descabellado ni Ríos Coronel un aventurero de los que tanto abundaban en aquella época y que elevaban quiméricos informes a la administración española.
Felipe II
Coronel era un sevillano, matemático, cosmógrafo, cartógrafo, piloto naval, soldado, eclesiástico y procurador general en Filipinas. La carta de 1597 no fue un documento aislado sino la consecuencia de toda una vida de experiencias en el lejano oriente. Había llegado a Filipinas en 1588 en calidad de soldado, aunque ya tenía formación como matemático y cosmógrafo. Participó en dos expediciones a Camboya alrededor de 1590 y colaboró en la redacción de varias propuestas de la época para la conquista de la China. Aunque parezca mentira, dichas propuestas no fueron desechadas por motivos técnicos sino morales. A Felipe II no le convencieron los argumentos de los informes acerca de la idolatría de los budistas.
Fue con todo este bagaje de conocimientos que se permitió escribir al Rey proponiendo su proyecto en 1597 y posteriormente fue llamado a Madrid para realizar un informe acerca de la situación en el Lejano Oriente, tuvo tiempo para colaborar en la mejora de un compás fabricado por el portugués Juan de Fonseca y posteriormente, en 1605, fue reenviado a Manila como procurador general donde continuó con sus tareas de observación astronómica y cartografía. Poco antes de embarcar se ordenó sacerdote.
Legazpi
Como hemos dicho el proyecto de Coronel no era nada alocado. Formaba parte de toda una serie de documentos que reflexionaban sobre la situación del imperio en aquellas lejanas latitudes. En un primer momento, cuando Legazpi fundó el primer asentamiento en Manila, se había tratado tan solo de descubrir una vía de comunicación entre las islas de las especies y Europa, que no pasaran por territorios portugueses, pero una vez establecidos asentamientos estables y rutas marítimas fiables, el problema era defender estas rutas de los ataques, tanto de las potencias locales como de las europeas, ya que los holandeses habían empezado a merodear por el territorio.
Galeón de Manila
En pocos años se habían establecido redes comerciales con la China y el Galeón de Manila se encargaba de transportar mercancías hacia América. Dicho transporte estaba centralizado en Manila, de donde salía el Galeón cruzando el Pacifico. Este era el único medio de llevar un objeto desde Asia hasta América, ya que España monopolizaba la tecnología que permitía este transporte, por tanto se habían creado una serie de circuitos comerciales que enlazaban el continente asiático con Manila y que estaban amenazados por piratas y por los cambios en la política de las naciones asiáticas.
La propuesta de Coronel no era una mera conquista con el fin de ampliar territorios, sino un plan para establecer puertos seguros, donde las naves pudieran acogerse en caso de accidentes, ataques, averías o tempestades. Formosa se encuentra al norte de Filipinas y a medio camino de los puertos del norte de China y simultáneamente, cerca de las costas del sur y de los asentamientos portugueses.
isla de Formosa
La propuesta no era una simple misiva. Iba acompañada por una respetable documentación y de un mapa de la isla de Formosa. Mapa que se considera como el primero de la isla realizado por un europeo. En él se pueden ver los asentamientos portugueses y detalles de la costa asiática. No en vano, Coronel tenía formación de cartógrafo y como tal, informaba también de la necesidad de investigar la existencia de un paso marítimo hacia Europa por el norte de América. Como detalle menor, también detallaba los progresos en la construcción de un astrolabio.
Astrolabio
La carta de Hernando de los Ríos Coronel al rey Felipe II, muestra una serie de hechos. El primero de ellos es la capacidad tecnológica del imperio. Había un español capaz de construir un astrolabio en los confines del reino. Segundo era el nivel de conocimientos. El mismo español disponía de medios para hacer cálculos astronómicos, había recibido formación matemática en una escuela oficial. Tercero las intenciones imperiales, habían discusiones morales de los proyectos y no meramente intereses comerciales.
Escribimos esta pequeña reseña en recuerdo de aquella efeméride que demuestra cuán equivocada estaba y está la Leyenda Negra y cuantas falacias se han escrito acerca del Imperio Español.
https://espanaenlahistoria.org/efeme...27-junio-1597/
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