Dice el "Testimonio", del autor: Máximiano García Venero, que en suelo vasco, progresaba la insolidaridad, y colisionaban las clases sociales. (¡normal!, fruto liberal)
La madre se puso a trabajar, y Manuel ingresó en las Escuelas Salesianas de Baracaldo.
Siete años recibió formación con estos y con los Escolapios. Su hermana y hermano también recibieron educación religiosa. Tras esto, comienza a trabajar como aprendiz en los Talleres Navales, en el hecho habitual, del primer año hacerlo sin recibir sueldo, que, dada la viudez de su madre.., pues Hedilla estaba deseoso de avanzar laboralmente.
Logra ayudar a su madre cuando entra en los Talleres Euskalduna.
-Cuando Hedilla entró en este Taller, se produjo la primera prueba de fuerza de un proletariado que soportaba unas condiciones de increíble falta de justicia social y laboral. Por su edad, es éste un acontecimiento revolucionario que vive sólo en la anecdótica de Hedilla, que ya percibía la inmensa problemática del mundo del trabajo.
Al margen de este panorama social, que entenebrecían las huelgas y las represiones violentas, se registraba el avance de un nacionalismo que llamaba a la oriundez Alavesa de los Jáurregui.
Por otro lado, Euskalerría no termina en los límites provinciales de Vizcaya; alcanza tierras de mezcla,
y la Trasmiera es una.
Hedilla no se deja ganar por esta penetrante sugestión vasca, que empezaba a hacer estragos en las filas de las organizaciones y en los núcleos jaimistas.
El amor apasionado por Vasconia no enturbiaba en el joven Hedilla el que sentía por la España total que había arrancado de sus montañas. Sic.-
El Hedilla viajante, comienza, su andadura:
Regresa a su tierra natal para ingresar con los Trapenses en su escuela, para ser perito agrónomo ganadero, pero la epidemia de 1916 obligó a cerrar muchas aulas, y por ello, debe volver a Bilbao.
No podía acceder a estudios universitarios, pero estos de agrónomo ganadeeo, que lástima no haber cursado, eran el llamado de su tierra ganadera y montañesa.
En Euskalduna, los maquinistas navales cursaban cuatro años en aprendizaje; una mitad en los talleres y la otra en las aulas. De profesores: viejos marineros; y de una gran dureza todo aquel aprendizaje en sí.
A los dos años consigue su Título como alumno de máquinas. Ya presto a participar en la navegación y a afrontar su exámen final del periódo en practicas.
Se embarcó a su trabajo, y estuvo en algunos buques de gran tonelaje, como el Durango, de 6000 toneladas.
Manuel Hedilla viajó por parte de Europa, puertos mediterráneos, la América Central, la costa oriental de EEUU, llego hasta el Pacífico.
(Aquí, digo yo, que como no se quedaría embarcado el máximo....quizás el escalafon no le sería accesible sumado al apego que tenía a la tierra y a su familia). Lo cierto es que su familia le necesitaba tanto como él sentía la necesidad de estar con ellos y ayudarles. Que ademas era el mayor de los hijos.
Luego ingresa en los Astilleros de Sestao de la naval de Bilbao. Tenía unos 21 ó 22 años, y ya por fín, su deseo se va a realizar cuando se instala en Los Arenales con su familia.
Aquí fué cuando jugaba al futbol en el equipo "arenero"; y desde donde marchaban a pasar temporadas a su pueblo, Ambrosero, de donde casó con la hija del farmacéutico, doña Elena Arce.
Y el trabajador, que era igual de emprendedor y creativo, decide trasladarse primero a Madrid, desde 1924 al 1926. Y luego a Cuenca, para de nuevo volver a Madrid; haciendo su empresa de transportes de materiales, que ademas también tenía taller.
Por los sitios donde Hedilla pasó, dejó un buen recuerdo a todos.
Al caer la dictadura de Primo de Rivera, esto afecta a su empresa, y es por lo que tuvo que traspasar su actividad en Tarancon. Al regreso a Madrid, con 29 años presencia la salida del Rey y la entrada de la II República, la convulsión que se sucede, donde se comienzan a perseguir los valores que él conocía y tenía. Aquí tenía algunas amistades que luego se vieron inmersas en esta "debacle": un Capitán de artillería y varias amistades que actuaron en la Sanjurjada; pero no es que tuviese en ese momento, más amistades que estas, en el ámbiente político, sino del arrastre al que fueron llevadas.
Los criterios de Manuel Hedilla eran sólidos en cuanto a la religión y al tema social. Pero esa gran crisis, como cualquiera que sucediera en España, no miraba nada. Las actividades, los negocios eran afectados, el campo social se agitaba. Por ello, decide regresar a su montaña.
Una vez allí es cuando entra en contacto con la S.A.M -Sindicatos Agricolas Montañeses-, que andaban montando una cooperativa de pequeños productores.
Querian reducir la leche al polvo, algo inédito en España por entonces. Hedilla se encargó del montaje de las máquinas alemanas en Renedo.
Gracias a este trabajo, alquiló una casa con jardín en el Valle de Piélagos. Por entonces esperaban su segundo hijo.
Y luego ya....vieneron los jonsistas, la falange..
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