Y lo subrayo como pena por haber devenido así, pues muchos irlandeses lo han tenido claro y han derramado su sangre por España en nuestros ejércitos, hasta la misma y gloriosa Guerra de la Independencia, donde el Regimiento de Irlanda se destacó por su bravura y su lealtad. También hubo buenos irlandeses al servicio de Francia y al servicio de la causa jacobita. En el momento en que el noble pueblo irlandés ha priorizado la " cuestión nacionalista/republicana ", luego con aliños de marxismo, por encima de la real, la católica y tradicional, la cuestión patria y legítima de siempre, el irlandés se ha perdido. Quiera Dios que el pueblo irlandés, como el pueblo español, que deberían ser hermanos, y que tan bien nos cae y entrañable nos parece por justicia, retorne a sus raíces y se acaben estas pesadillas.