He leído la primera edición de la obra de Hugh Thomas, y me pareció razonablemente objetiva. Adviertan que entre las causas diversas que originan la guerra civil, atribuye como principal el giro a la extrema izquierda del sector socialista de Largo Caballero, lo que ocurriò por influencia de Luis Araquistan y Alvarez del Vayo, personajes nefastos que dirigían el periódico "Claridad" y que convirtieron a este personaje hasta entonces reformista y que había sido ministro de Miguel Primo de Rivera, en el "Lenin Español". También desmitifica que la república no estuviera suficiente armada y contiene datos esclarecedores sobre el material recibido de Rusia que en muchos aspectos, era superior en calidad y número al que poseían los Nacionales, de manera que estimo que no puede decirse que fuera al menos totalmente prorepublicano. Lo más criticable de esta obra es el papel exagerado y romántico que atribuye a las brigadas internacionales, que revelan que no investigó este tema y se dejó llevar por la mistificación general que existe sobre él. Una obra interesante es la Peter Kemp, "Legionario en España" que relata las experiencias de este Inglés que se alistó en la Legión, y que si bien se refiere a cuestiones si se quiere menores, dan una idea de los aspectos humanos de la guerra. Finalmente recuerdo la de otro inglés, George Orwell, "Rebelión en la Granja" obra de ficción pero inspirada en sus experiencias como combatiente del POUM en Cataluña y la represión sufrida por este grupo por los comunistas, y que en forma inequívoca pone en evidencia el inexorable destino de de las revoluciones inspiradas en el comunismo. Por esta obra pasó a ser uno de los autores malditos, repudiado por la intelectualidad europea mayormente comunista y cuyo númen era Sartre. Lo mismo ocurrió con otros autores que abjuraron del comunismo como Arthur Koestler quien en "Cero y el Infinito", desnuda el caracter demencial y policíaco del estado soviético durante el gobierno de Stalin, y en este sentido resulta precursor de Alexander Solyenitsin. Recuerdo como anédocta que actuó como espía de los comunistas en Sevilla durante la guerra, gracias a que era corresponsal de un diario alemán. Fue descubierto y Queipo de Llano -a quien llegó a hacerle un reportaje- lo condenó a muerte, pero salvó su vida, creo que gracias a un canje. Esto lo relata en un libro de carácter aubiográfico muy interesante, "La escritura invisible".
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