Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 18 de 18
Honores1Víctor

Tema: La "judeomasonería" no la inventó Franco; la estudió el obispo mons. Meurin

Vista híbrida

  1. #1
    Avatar de ALACRAN
    ALACRAN está desconectado "inasequibles al desaliento"
    Fecha de ingreso
    11 nov, 06
    Mensajes
    5,443
    Post Thanks / Like

    Re: La "judeomasonería" no la inventó Franco; la estudió el obispo mons. Meurin


    12. RESIDENCIA DE LOS JEFES DESCONOCIDOS DE LA MASONERÍA.


    El 29 de junio de 1869, fiesta de San Pedro, tuvo lugar en Leipzig un concilio judío muy posiblemente, en vista del Concilio en el Vaticano, convocado para el 8 de diciembre de ese mismo año. A tal reunión concurrieron los gran rabinos de Rusia, Turquía, Alemania, Inglaterra, Países Bajos, Bélgica, etc. Los judíos ortodoxos y los reformados constituyeron dos fracciones, que se mantenían una a otra en equilibrio. Y véase la tesis común de unos y otros, tal como fué formulada: «El Sínodo reconoce que el progreso y realización de las ideas modernas constituyen la más segura garantía para el presente y futuro del judaísmo y sus hijos» 34.

    ¿Existe, pues, solidaridad entre los judíos de Occidente y los de Oriente, entre el Gran Rabí de Turquía y los de los países cristianos? El abate Chabauty 35 nos lo enseñará:

    «Es históricamente incontestable que los judíos han tenido, desde su dispersión hasta el siglo once un centro visible y conocido de unidad y dirección 36».

    Después de la ruina de Jerusalén, este centro se encontró a veces en Jafné, y a veces en Tiberíades; estaba representado por los PATRIARCAS de la Judea, que gozaban de gran autoridad. «Ellos decidían los casos de conciencia, y los asnillos más importantes de la nación; dirigían las sinagogas como jefes superiores; establecían impuestos; tenían oficiales llamados «apóstoles.», que llevaban sus órdenes a los judíos de las provincias más apartadas. Sus riquezas llegaron a ser inmensas. Estos patriarcas obraban unas veces de manera ostensible y otras ocultas, según las disposiciones que los emperadores romanos dictasen a tenor de los judíos».

    Por encima de estos Patriarcas estaban los PRINCIPES DE LA CAUTIVIDAD, que residieron largo tiempo en Babilonia 37.

    «Los escritores judíos hacen gran diferencia entre los Patriarcas y los Príncipes del Exilio. Los primeros, afirman, no eran sino lugartenientes de los segundos. Los Príncipes de la Cautividad tenían la calidad y autoridad suprema de jefes absolutos de toda la dispersión de Israel. Según la tradición de los Doctores, debían haber sido instituidos para ocupar el lugar de los antiguos Reyes, y tenían derecho a ejercer su IMPERIO sobre todos los judíos del mundo».

    «Los Califas de Oriente, aterrados ante su poderío, suscitaron terribles persecuciones contra ellos, y, a partir del siglo once, la historia deja de mencionar a estos jefes de Israel. ¿Desaparecieron por completo o trasladaron a otra parte la sede de su poder? Esta segunda hipótesis es la más verosímil; sobre todo, teniendo en consideración los siguientes documentos:

    “a) Carta de los judíos de Arles a los de Constantinopla.

    «Honorables judíos, Salud y Gracia. Debéis saber que el rey de Francia, que es de nuevo dueño de todo el territorio de la Provenza, nos obliga, por público edicto, a hacernos cristianos o abandonar su territorio. Y los de Arles, Aix y Marsella, quieren tomar nuestros bienes, amenazan nuestras vidas, arruinan nuestras sinagogas y nos causan infinidad de males, lo que nos causa incertidumbre en cuanto a lo que debemos hacer según la ley de Moisés. Y por ellos os pedimos vuestro sabio consejo, en cuanto a la que ha de ser nuestra conducta. Charnor, Rabino de los judíos de Arles. 13 de Sabath de 1489»

    “b) Respuesta de los judíos de Constantinopla, a los de Arles y Provenza.

    «Bien amados hermanos en Moisés, hemos recibido vuestra carta, en la que nos hacéis conocer las ansiedades e infortunios que os veis obligados a soportar, y nos hallamos penetrados de un dolor tan grande como el vuestro.

    «El consejo de los más grandes Rabinos y Sátrapas de nuestra Ley, es el siguiente:

    «Decís que el Rey de Francia os obliga a haceros cristianos; pues bien, hacedlo, pero guardad la Ley de Moisés en vuestros corazones.

    «Decís que se quiere arrebatar vuestros bienes: haced a vuestros hijos mercaderes, para que ellos despojen de los suyos a los cristianos, por medio del tráfico.

    «Decís que se atenta contra vuestras vidas: haced a vuestros hijos médicos y boticarios, a fin de que ellos priven de la suya a los cristianos, sin temor al castigo.

    «Decís que se destruyan vuestras sinagogas: haced a vuestros hijos canónigos y curas, a fin de que ellos destruyan la Iglesia cristiana.

    «Decís que se os hace objeto de otras vejaciones: haced a vuestros hijos abogados, notarios o miembros de otras profesiones que estén corrientemente a cargo de los asuntos públicos, y, por este medio, dominaréis a los cristianos, os apropiaréis de sus tierras, y os vengaréis de ellos.

    «Seguid esta orden que os damos, y veréis por experiencia que, por abatidos que estéis, llegaréis a la cúspide del poderío.»

    V. S. S. V. E. F., Príncipe de los Judíos de Constantinopla. 21 de Casleo de 1489.

    El abate Chabauty ha demostrado de forma indubitable la autenticidad y el significado de estos documentos. «Era —dice— una línea de conducta política y social lo que pedían y, efectivamente la recibieron, los judíos españoles y provenzales. Así, se explica perfectamente por qué dejando a un lado rabinos y doctores de países vecinos, se dirigieron nada menos que a Constantinopla, lugar muchísimo más lejano. Allí, y ahora lo vemos con toda evidencia, residía su Jefe Supremo, no sólo religioso, sino también político, es decir, el cabeza de la nación».

    La línea de conducta sugerida por ese príncipe de Constantinopla, a los judíos provenzales, ha sido admirablemente seguida hasta nuestros días. El abate Chabauty, ha probado que los judíos de hoy, obedecen, como los de los siglos pasados, a un jefe oculto, pero único. Ese jefe existe; tiene el mismo poder que en la Edad Media, y conduce al mismo pueblo por los mismos caminos 38. ¿Podemos decir que el razonamiento hasta aquí seguido es concluyente, y que el jefe desconocido de los judíos es también el jefe de los masones? Si no es concluyente, es, al menos, muy verosímil y válido para servir de dirección a aquellos que tienen interés en hallar a los primeros culpables en esta liga anticristiana y antisocial.

    34 A. Rohiling: o. c.

    35 Les Juifs. nos maitres.

    36 T. Reinach lo afirma en su Histoire des Israelites.

    37 Franck. o. c. p. 270.

    38 H. Desportes, o. c. p. 335

    Última edición por ALACRAN; 13/02/2021 a las 18:02
    “España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.

    A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)

  2. #2
    Avatar de ALACRAN
    ALACRAN está desconectado "inasequibles al desaliento"
    Fecha de ingreso
    11 nov, 06
    Mensajes
    5,443
    Post Thanks / Like

    Re: La "judeomasonería" no la inventó Franco; la estudió el obispo mons. Meurin


    13.
    RESIDENCIA DE LOS JEFES SUPREMOS DE LA MASONERÍA.


    Adolphe Ricoux 39 ha tenido la suerte de poder hacerse con el «Compendio de Instrucciones», del Jefe dogmático de los masones. En ella se da un documento de importancia máxima: la carta encíclica del Jefe dogmático, o Soberano Pontífice de los masones. «La Masonería universal, dice el autor, (pág. 64), tiene como cima de su organización internacional, un Directorio Supremo, cuyos miembros, en número de siete se eligen por turno en los Supremos Consejos, los Grandes Orientes y Grandes Logias de los diversos países, con un período de funciones de solamente seis meses... La sede del Directorio Supremo está en Berlín.

    «Por el contrario, cuatro jefes de Grandes Centros Directivos están instalados con permanencia ad vitam, que dependen del Director Supremo y centralizar las comunicaciones importantes. Estos cuatro Grandes Centros Directores están: el de Europa, en Nápoles: el de Asia y África, en Calcuta; el de América del Norte, en Washington, y el de Sudamérica, en Montevideo.

    Finalmente, hay dos personajes, aparte de estos Centros Directores, cada uno con una misión especial: el Jefe de Acción Política, particularmente encargado de la supervisión del Vaticano, para precipitar los acontecimientos contra el Papado, según órdenes del Directorio Supremo; este personaje reside en Roma. El otro, es el Gran Depositario de las Tradiciones Sagradas, que viene a ser una especie de Gran Lama de la secta, su Jefe dogmático, antipapa secreto, que es conocido de los Jefes de los Grandes Orientes, Grandes Logias y Consejos Supremos, bajo el nombre de Soberano Pontífice de la Masonería universal, con residencia en Charleston. Este era Albert Pike, que acaba de morir. Se dice que Albert Machey es su sucesor.

    Los siete miembros del Directorio Supremo, más los cuatro Grandes Centros Directores, componen el famoso número once. Probablemente, la Divina Trinidad de que hemos hablado, la forman el Presidente del Directorio Supremo, el Jefe de Acción Política (Emperador) y el Jefe Dogmático (Pontífice). Con estos últimos, el número místico llega a trece.

    Esta obra trata del número kabalístico once. Algún día saldrá a la luz otra obra sobre el número satánico trece.


    39 L’ existence des Loges de femmes.

    “España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.

    A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)

  3. #3
    Avatar de ALACRAN
    ALACRAN está desconectado "inasequibles al desaliento"
    Fecha de ingreso
    11 nov, 06
    Mensajes
    5,443
    Post Thanks / Like

    Re: La "judeomasonería" no la inventó Franco; la estudió el obispo mons. Meurin

    Continuando con la obra de mons León Meurin "Filosofía de la Masonería", tras habernos centrado en el específico libro III: "Los judíos en la masonería" volvemos atrás para centrarnos en más aspectos judaicos de la masonería.

    Como el tema va de judeo-masonería nos permitimos subrayar la palabra JUDÍO en todo el texto, para compensar a la wikipedia que, refiriéndose a la Masonería, la pasa por alto de modo desvergonzado

    En la Introducción de su "Filosofía de la Masonería" escribía mons Leon Meurin sobre masones y judíos:


    INTRODUCCIÓN


    (...) 2. El número treinta y tres en la Masonería. Los primeros once grados de la Masonería, como veremos más adelante, están destinados a transformar al «Profano» en «Hombre verdadero», en el sentido masónico; la segunda serie, que va del grado 12 al 22 debe consagrar al Hombre «Pontífice judío»; y la serie tercera, del grado 23 al 33, ha de consagrar al Pontífice «Rey judío» o «Emperador kabalístico». LOS JUDÍOS, JEFES SECRETOS DE LA MASONERÍA, han sido extremadamente circunspectos en lo que toca a revelar los secretos de la organización de su sociedad secreta. (...)

    Basta por el momento con comprobar, en dicho rito, la repetición del número 33, el número 11, y, lo que aún nos llevará más dentro de los misterios, la abierta profesión de la Kabala judía.

    3. El número 11 de la Kábala judía. Dirijamos la atención, ya que acabamos de nombrar la Kabala, sobre esta doctrina filosófica de los judíos heterodoxos. También en ella encontramos el número once y, con éste, la clave de los misterios masónicos. Bástenos, por el momento, con hacer constar que el Ensoph (Infinito) es, según la doctrina de la Kabala judía, la fuente de que proviene todo lo que ha existido, existe y existirá por toda la eternidad. (...)

    4. El número once en las insignias masónicas. Ha bastado para estar seguros de que nos hallábamos en el verdadero camino que había de conducirnos a los misterios más recónditos de la Masonería con descubrir el Ensoph, con los diez Sephirot y la Corona a la cabeza, en las insignias masónicas. (...)

    La Cámara del Consejo Supremo del grado 33 del Rito Escocés, está iluminada por once luces: un candelabro de cinco brazos, a oriente; otro de tres, a occidente; otro de un brazo al norte; y un cuarto de dos brazos a mediodía. Aún puede hallarse el número once en la fecha 5312 (Era judía) —1312 de la Era Cristiana— año de la abolición de la Orden de los Templarios. La «batería» (aplauso) del 33 grado se hace también por medio de once golpes: 5, seguidos; luego, 3, 1 y 2, que tienen el mismo significado que las once luces.

    En estos dos símbolos, luces y batería, vemos reunidos los tres misterios fundamentales dé la Masonería:

    1.° El misterio de la Orden abolida de los Templarios que se oculta tras los grados inferiores de la sociedad secreta. Este es el año 1312 que clama venganza.

    2.° El Misterio de la Sinagoga extinta oculta tras la sociedad secreta de la Masonería entera. Para ello, tenemos la era judía.

    3.° El misterio del Ángel Caído, que se esconde, tras los diez Sephirot, es decir, la Trinidad divina y «los siete ángeles que se hallan siempre ante el trono de Dios». Aquí tenemos el número once: ¡Tres odios conjurados contra el Señor y su Cristo!

    5. LA KABALA JUDÍA, BASE DOGMÁTICA DE LA MASONERÍA. Las indicaciones citadas nos bastan para considerar justa nuestra hipótesis de que LA KABALA JUDÍA ES LA BASE FILOSÓFICA Y LA CLAVE DE LA MASONERÍA. Tal descubrimiento nos ha inspirado la idea de este pequeño ensayo. ¿Servirá para abrir los ojos a los millares de masones no judíos que no ven la esclavitud a que les han reducido los Fariseos, los judíos de la Kabala, y en la que los mantienen cautivos con los misterios que nunca les revelan, ni aún en el mismo grado 33? ¿Veremos así el motivo de la sujeción de los pueblos cristianos y sus autoridades políticas a la dominación de los judíos?

    6. El paganismo incorporado a la Kabala judía. Los kabalistas modernos no representan a la sinagoga ortodoxa ni a la verdadera doctrina de Moisés, inspirada por Dios mismo, sino al paganismo de que fueron poseídos algunos judíos sectarios cuando la cautividad de Babilonia. Basta con estudiar la doctrina de la Kabala judía y compararla con las de los antiguos pueblos civilizados, indios, persas, griegos, babilonios, asirios, egipcios y otros, para tener la seguridad de que en todas ellas está presente la misma idea panteísta de emanación. (...)
    Nos vemos, pues, forzados a admitir que existe entre la filosofía Kabalística y el paganismo antiguo una relación difícil de explicar sino es a través de la inspiración de un mismo autor: el enemigo del género humano, el Espíritu de la mentira.

    7. Satán en el paganismo. (...) Aquí se descubre la fuente envenenada de los errores y odios sobrenaturales que llenan el paganismo, tanto antiguo como moderno, igual que el alma de judío de la Kabala y del adepto a la Masonería, de una ira indescriptible contra Dios y los que creen en El.

    8. Los judíos en la Orden abolida de los Templarios. Al suplantar a una de las personas de la Santísima Trinidad, el Príncipe de las Tinieblas, usurpador de honores divinos, ha sabido ocultarse tras los antiguos misterios paganos, basado en el error panteísta, (...) Este espíritu del mal, presidiendo los antros paganos, supo penetrar con su doctrina criminal en el espíritu de determinado sector del pueblo judío durante la cautividad de Babilonia. (...) . Pasemos en silencio el tiempo de los gnósticos y de las grandes persecuciones de los primeros siglos, en las que los judíos tuvieron un papel de máxima importancia, deteniéndonos en la Edad Media. Los Templarios fueron corrompidos en Palestina. En sus reuniones secretas, renunciaban a Cristo y — como lógica consecuencia— se entregaban a la perversión. (...). La Orden abolida de los Templarios, en un principio, con sus doctrinas y prácticas, luego, por la acción de sus miembros dispersos, sirvió de punto de partida para lo que hoy se llama Masonería

    9. (...) Si buscamos en la Historia, hallaremos en ella a la Masonería; si registramos en la Masonería, encontraremos la Orden extinta de los Templarios; si buscamos en dicha Orden, junta con la Masonería, hallaremos la Sinagoga Kabalística; si investigamos en las tres juntas, veremos los antiguos misterios paganos, y, en fin, en el todo, veremos al propio Satán. El Ángel Caído sedujo a los pueblos antiguos con sus doctrinas embusteras; el paganismo sedujo a los judíos, obstinados, e hipócritas; el Judaísmo sedujo y corrompió a la Orden religiosa de los Templarios, y sigue engañando a la gran masa crédula de los masones. El Judaísmo, que ha acaparado el poder civil de este mundo, hace una guerra sin tregua ni merced a la Iglesia de Jesucristo, y a todos los que se niegan a doblar la rodilla ante el becerro de oro. La verdadera doctrina, la auténtica meta de la Masonería, es ceñir las sienes del Judaísmo con la diadema real y poner a sus pies el reino del mundo. (...)


    continúa...

    Última edición por ALACRAN; 23/02/2021 a las 18:48
    “España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.

    A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 2 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 2 visitantes)

Temas similares

  1. Las "monaguillas": otro invento del Vaticano II contra la Tradición
    Por ALACRAN en el foro Crisis de la Iglesia
    Respuestas: 4
    Último mensaje: 26/01/2021, 19:42
  2. Respuestas: 0
    Último mensaje: 30/08/2018, 03:15
  3. La K en euskera no la ""inventó"" Sabino Arana
    Por Escuela de Sara en el foro Señoríos Vascongados
    Respuestas: 63
    Último mensaje: 10/08/2014, 21:19
  4. Respuestas: 6
    Último mensaje: 12/05/2005, 21:06

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •