En La Casa del Libro es más bien fácil encontrar obras tradicionalistas. Lo malo de las nuevas publicaciones es que las tiradas son muy pequeñas, con la idea de cubrir los costes, pues realmente no hay más mercado y por eso su distribución se limita a pocos cauces. Sin embargo si alguién tiene interés en cualquier libro va al librero de su confianza, lo pide con el ISBN y se lo traerán.
La gran asignatura pendiente en mi opinión no es tanto la distribución como el colgar contenidos en internet.
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