Es evidente que en una Europa tan canalla que asesina por cientos de miles a sus hijos no nacidos y que se ha dejado caer en manos de los intereses más diabólicos, unos habitantes recién llegados, como son los musulmanes, fieles a una tradición coránica que ordena traer al mundo a tantos hijos como Alá les regale, en unas pocas décadas nos hayan adelantado.
Pero la culpa no es de los musulmanes, por ser tan prolíficos. Ellos hacen justamente lo que nosotros también deberíamos hacer (y más aún si nos decimos católicos).
Por lo tanto, antes que poner el grito en el cielo, más bien deberíamos de examinar nuestros hábitos de vida, y preguntarles a algunas de nuestras féminas por qué asesinan en sus vientres a sus propios hijos (casi doscientos mil al año...). Una sociedad que permite y promueve ésto merece perecer. Así de claro lo digo... Y así será en tan solo unas pocas décadas.
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