LUMINOSA MAÑANA….
En los comienzos del mes de Marzo,
Una mañanita surge después de una tarde anaranjada,
Anuncios breves surgen en mi mente cansada,
Mientras el viento acaricia a las palmeras, con poco descanso,
Con sublime pregón nos obsequian los gorriones,
Alegoría del buen tiempo como puro retrato,
Cruzan las calles de Triana los sonámbulos gatos,
Ráfagas de luz transmiten sus honores,
Amoríos a flor de piel parecen despertarse,
Dentelladas nerviosas van a parar a los inquietos,
Interior misterioso de los mejores pensamientos,
Los silbidos se fugan, eso sí, sin amilanarse,
Los susurros corren tras facilonas canciones,
La hermosura se erige sin ninguna desgana,
Los pinares van de Bollullos de la Mitación a Doñana,
De Huelva a Cádiz las costas traen buenos olores,
Reluce la cruz de Santiago en la pileña Plaza de Belén,
¿ Son acaso luminosas las mañanas del Reino de Sevilla ?
Quizás no sea para tanto, quizás no sea cosa exclusiva….
Pero, si bien se piensa…¡¡ Que lo vengan a ver !!
La guitarra a la mañana le habló de libertad,
Y sus notas querían escapar al libre albedrío de los sueños,
Una vieja harmónica se me antoja, sin dueño,
Una cuna meciéndose en son de paz….
Un paseíto por Utrera, por el Convento de la Virgen de la Consolación,
De la Iglesia de Santiago el Mayor al Callejón del Niño Perdido,
Para luego pisar francamente los arenales del Rocío,
Y rezar a la Blanca Paloma con el más profundo fervor,
Echarse a la mar desde Sanlúcar de Barrameda,
Y acabar descansando en el Cabo de San Vicente,
Con un sol de justicia asediando en la frente,
Para luego suspirar por la campiña de Morón de la Frontera,
Avistar el hispánico Peñón de Gibraltar con sus proximidades,
Que es el cruce de un Atlante Océano y un no menos mítico mar,
Recordar la Mauritania Romana, cuando era tierra de Cristiandad,
Recordar los Reinos de Algeciras y Gibraltar; al menos en saudade…..
Poder seguir apreciando el estilo de esos hombres a caballo,
Que aún trasiegan por los campos cuando el tiempo permite,
De clima duro sabemos, pero a veces, excelencia como ésta exime,
Del cansancio, del agobio, de la melancolía y del sayo,
Poder aspirar el aroma de la yerbabuena que corona los huertos,
Poder ver las fatigadas filas de olivos que añoran compañía de vid,
La sutileza de un vientecillo que hace como el que quiere huir,
El recuerdo que viene de tantos y tantos muertos…..
¡ Oh imaginarias pero vivientes luciérnagas de la sorpresa !
Tomo este día como uno de los muchos regalos de Dios,
Por la Mística de San Juan de la Cruz bien sé yo,
Que la Fe y las Obras muestran el ser de la alteza,
Recordar que de tantos puertos que admiro,
Salieron tantos y tantos Conquistadores por Dios y Las Españas….
“ Por el honor cruzan los hombres la mar “, Quevedo decía con ganas,
¡ Todo es posible en una luminosa mañana de la que no me retiro !
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