EL LLANTO DEL MORO



No llores morito,
Que la guerra perdiste,
En el suelo sagrado,
Que con tu gente invadiste,


La sangre de los visigodos,
Por los tuyos fue traicionada,
Tras ocho siglos de guerra,
La victoria es de España,


Tanto traidor autóctono,
Con el invasor de la media luna,
La farsa de aquel Mahoma,
Ahora parece ninguna,


Deja las lágrimas, moro,
Y ve asumiendo la realidad,
Hispania se ha liberado,
En Comunión con la Cristiandad,


Granada ahora es el culmen,
Del blasón de la Monarquía Católica,
Mil romances serán cantados,
Por su esplendor, por su gloria,


Acabóse la calamidad de Al Andalus,
Se presenta un horizonte cristiano,
Lumbre soleada de la conquista,
De celtíbera sangre y lenguaje romano,



Quisiste exterminar la Cruz,
De todo el romano mundo,
Mas en la Piel de Toro te estrellaste,
Ay de ti, alárabe iracundo,


Perseguiste al cristiano en sus tierras,
Que allí llevaba desde los días de Cristo,
Tanta soberbia y arrogancia,
Y ahora, moruno, ¿ has visto ?


Ándate con ojo, morito,
Si quieres ser quinta columna,
Del islam en esta península,
Que no se cansa de la lucha,


Aquí el extraño eres tú,
Ésta nunca fue tu tierra,
Y si quebrantas su santa paz,
No hallarás más que justa guerra.