EL IRLANDÉS



Parte el barco con vapores,
Exclamando atribulada tristeza,
Parte de la vieja Erin,
Dejando sangre, esclavitud, pena;


Parte con un trébol en su alma,
Con el arpa siempre en vilo,
Por culpa de la hereje tiranía,
Que criminalizó su destino,


" Vas a la tierra de los yanquis,
Ten mucho cuidado, irlandés ",
Advertencia que salió de los labios,
De un buen amigo escocés,


Algunos hablan de Boston,
Otros hablan de Nueva York,
Y así, entre gaitas y cerveza negra,
Al irlandés se le hiela el corazón,


En la cubierta del barco expone,
Cabellos despeinados y húmedos ojos,
La palidez de su piel joven,
Su vestimenta de humildes despojos,


Y el irlandés, perdida la mirada,
Sabiendo de dónde venía,
Mas con la duda hiriente,
Del pensar a dónde iba,


Cuántos como aquel irlandés,
Emigraron de la linda isla,
Cruzando las atlánticas aguas,
Arañando su gaélica vida,


Cuántos fueron en silencio,
Y allí que fueron maltratados,
Perseguidos por ser católicos,
Hambrientos, zarandeados,


Irlandés, ¿ mejor no sería México ?
¿ O Francia ? ¿ O España ?
Cuántos gansos salvajes,
Se lucieron en el campo de batalla....


Tus orígenes nunca olvides,
Rézale a San Patricio, irlandés,
Allá en Norteamérica, amigo,
Nunca, nunca pierdas la Fe.