Respuesta: Descubriendo a Tolkien

Iniciado por
Lucense
No se si ya se ha comentado con antelación, pero en Tolkien una de sus "menos sutiles" ideas es la defensa de la monarquía. Por supuesto me estoy refiriendo a la restauración como rey de Aragorn, el verdadero linaje destinado a gobernar Gondor, y descendiente de aquellos que vinieron desde Númenor, en detrimento del Senescal, un hombre de débil voluntad además de corrupto.
Fíjense en el rebrotar del árbol blanco tras el ascenso al trono de Aragorn. Su reinado inaugura la cuarta edad de la Tierra Media. Simultáneamente, Bilbo y Frodo parten "al más allá", a la tierra de esos dioses que no son tal porque están sometidos a la voluntad de un artífice supremo (Ilúvatar o Eru para los elfos).
Los dioses y la mitología son, por tanto, conciliados con la idea de un único Dios Todopoderoso y Supremo, creador del cielo y de la Tierra Media. Así pues, los Maia y los Vanir sólo representan tentáculos de su divina voluntad. Lo que los griegos habrían identificado con dioses de la naturaleza, etc.
Exhuberante es el episodio de Tom Bombadil, una nota completamente discordante en la obra Tolkiniana, misterio todavía hoy sobre el que mucho se ha especulado, pero nunca sabremos a ciencia cierta su rol en la obra. Yo me inclino a pensar que es una intervención del propio autor en su obra sobre todo cuando afirma: "yo ya estaba aquí antes que el primer árbol" y dada su condición de amante de lo rural (vive en una casa en el bosque con su esposa Baya de Oro, cantando y bailando va a buscar lirios de agua para ella).
¿Alguien dispuesto a comentar este episodio de la obra?
Dado que este es tu primer mensaje, recibe mi bienvenida al Foro. Y ahora daré mi opinión acerca de las cuestiones que planteas.
Desde luego Tolkien nunca fue sutil respecto a su fe y a sus convicciones políticas. Y es que siempre fueron rasgos de su personalidad sin los cuales nunca hubiera sido quien fue. Pero, no olvidemos que era "su derecho" del mismo modo que también lo era el plasmarlo en su obra. Por tanto, bien planteado como apunte para dar lugar a una mayor profundización en su persona y obra, no tendría lugar o cabida como reproche.
Carpenter, en J.R.R. Una biografía dice:
"Tolkien era, según la jerga moderna "de derechas": reverenciaba a su rey y a su país y no creía en el gobierno del pueblo; pero se oponía a la democracia sólo porque pensaba que el pueblo no obtendría ningún beneficio con ella. Escribió una vez: No soy un demócrata, aunque sólo sea porque IGUALDAD y HUMILDAD son principios espirituales corrompidos por la intención de mecanizarlos y formalizarlos, con el resultado de que no obtenemos pequeñez y humildad universales, sino universales GRANDEZA y ORGULLO hasta que algún Orco se apodere del anillo de poder y entonces recibiremos y estamos recibiendo ESCLAVITUD."
(...) su compromiso con el cristianismo, y en especial con la Iglesia Católica, era total. Esto no significa que la práctica de su fe fuera siempre para él una fuente de consuelo: Tolkien se imponía un riguroso código de conducta, especialmente en cuanto a la decisión de confesarse antes de comulgar; y cuando (como solía ocurrir), no podía obligarse a la confesión, se prohibía también la comunión y entraba en un patético estado de angustia espiritual. Otro motivo de desasosiego fue, en sus últimos años, la introducción de la misa en lengua vernácula, porque le apenaba en lo más profundo que en la liturgia se usara el inglés en lugar del latín que conocía y amaba desde la infancia. Pero incluso durante la misa en inglés en la desnuda iglesia moderna de Headington, a la cual asistía durante su retiro, y aunque le irritasen el coro de niños y los llantos de los bebés, experimentaba al recibir la comunión una honda alegría espiritual, un estado de dicha al que no podía acceder de ninguna otra manera. Por lo tanto, la religión fue uno de los elementos más fuertes y profundos de su personalidad..." (Op. cit. pág. 146)
La verdad es que yo no encuentro existencia de "dioses" en el sentido grecolatino. Hay espíritus superiores, como pueden ser los "ángeles" que formando parte del dogma cristiano, no se les considera "dioses", por tanto no hay ninguna contradicción. Es más, Melkor, es perfectamente identificable con Lucifer (príncipe de los ángeles caídos). En mi opinión esta figura de Melkor es la más clara referencia a la naturaleza de los Ainur como equivalentes a Ángeles, pues eran espíritus puros, algunos de los cuales toman forma humana material dividiéndose en dos grupos: los Valar en número de 15 y que constituyeron los poderes de Arda, y los Maiar o servidores de los Valar. En el Antiguo Testamento se habla de Los Hijos de la Luz como diferenciados de Los Hijos de los Hombres, y la religión cristiana, por supuesto la Católica, nos indica la jerarquía de los ángeles.
Y Tom Bombadil es un maia, un espíritu del bosque. Tolkien escribió "un cuento de hadas" y en los cuentos de hadas los señores del bosque, los señores de los árboles, son parte esencial de la estructura de la narración, con lo que tampoco acabo de comprender que Tom Bombadil sea algo exótico a esta historia del ESDLA. Y para redundar en ello, basta recordar que "Tom Bombadil" es el nombre que dan los hobbits a este personaje, del mismo modo que en los cuentos europeos encontramos al "enano saltarín", mientras que a este Señor del bosque, los hombres lo llamaban Orald y, en lengua élfica, Iar-wain Ben-adar que venía a significar Anciano o Viejo. A su vez, los enanos lo llamaban "Forn". Pero todo esto que forma parte de la imaginación de Tolkien, también tiene su vertiente folklórica, por ejemplo, Tom Bombadil en la mitología vasca sería el "Baso-Jaun".
En fin, no me encajan esas especulaciones acerca de que Tolkien "firmase" su obra integrándose en la figura de este espíritu arbóreo. Y más todavía cuanto que si se identificó abiertamente con el "edain Beren" que se casó con la princesa élfica de Doriath "Lúthien" componiendo una de las las bellas baladas de la Primera Edad. Tanta fue dicha identificación que identificaba a tal princesa con su propia mujer Edith, y así en la lápida de la tumba de ambos figuran las palabras:
Edith Mary Tolkien, Luthien, 1889-1971. John Ronald Reuel Tolkien, Beren, 1892-1973.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores