La Xunta tarda un mes en admitir que no estaban preparados para extinguir fuegos
El consejero de Medio Rural asegura que pensó en dimitir por los más de cien incendios diarios
F. Martínez
Pontevedra- Sin pruebas de la existencia de tramas organizadas y con miles de hectáreas arrasadas a cuestas, la Xunta no ha tenido más remedio que admitir que no estaban preparados para extinguir los fuegos que este verano han asolado Galicia. Y sólo han tardado un mes en hacer tales afirmaciones. El encargado de entonar el «mea culpa» ha sido el consejero de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, quien ayer reconoció que el operativo de extinción de incendios de la Xunta fue «insuficiente y no estaba preparado para una actividad incendiaria excepcional e imprevisible» como a la que se tuvo que hacer frente entre el 4 y 15 de agosto, lo que motivó «seguramente que se registrasen errores y descoordinación».
De hecho, y según Suárez Canal, en ese periodo se produjeron en Galicia unos mil incendios más que la media de los cinco últimos años, y señaló que mientras en ese margen de tiempo se contabilizaron en 2005 un total 32 incendios de nivel 1 -los que suponen riesgo para las personas o viviendas-, en 2006 se decretó esta situación en 1.052 ocasiones. Igualmente informó de que el número de incendios totales en la primera quincena de agosto fue de 2.055 fuegos, mientras que en el mismo periodo del año anterior se registraron 995 incendios.
Tal era la situación que admitió que él y su equipo pensaron en la dimisión. «Sí se nos pasó por la cabeza», reconoció sobre la posibilidad de dimitir durante su comparecencia a petición propia en la Comisión de Agricultura, después de que el diputado del PPdeG Roberto Castro le indicase irónicamente que creía que acudía al Parlamento a «despedirse» por su «brillantísima hoja de servicios». «Habrá que suponer, entonces, que la dignidad se la supone», le recriminó el popular.
No obstante, Suárez Canal le admitió que él y su equipo pensaron en poner su cargo a disposición del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, una vez pasado el «momento de mayor crisis» de actividad incendiaria, en la que la «única preocupación» era la de hacer frente a las llamas, informa Ep.
No obstante, indicó que rechazaron esta posibilidad al llegar a la conclusión de que tenían la «conciencia tranquila» porque se actuó de la mejor forma posible ante una actividad incendiaria «imprevisible y excepcional» y porque su dimisión sería «premiar a los delincuentes» que pretendía con estos fuegos «subvertir a un Gobierno».
En esta línea, subrayó que la consejería fue consciente de que continúan muchos «delincuentes sueltos» y responsables de los fuegos «más importantes». Por ello, él y su equipo reflexionaron sobre cuál sería el «mensaje a transmitir» si un responsable político pusiese en ese momento su cargo a disposición.
«Le transmitiríamos a esos delincuentes que ese es el camino y que es es el itinerario a seguir cuando un quiere subvertir el Gobierno», aseveró Suárez Canal, quien por ello defendió la decisión del equipo de la Consejería de Medio Rural de «seguir trabajando por el país».
Además, añadió que los fuegos provocaron un problema de seguridad ciudadana, por lo que hubo que realizar tareas de protección civil y «priorizar» esta defensa de vidas y propiedades por encima de la extinción de masa forestal.
Mientras, Galicia seguía ayer ardiendo. El incendio activo más importante se localizaba en Quiroga (Lugo), y allí trabajaba un importante dispositivo de extinción. A media tarde ya se encontraban controlados otros cuatro fuegos, que afectaron uno a montes del municipio lucense de Ribas de Sil, dos a los municipios orensanos de Biariz y Cualedro y otro al municipio pontevedrés de Sanxenxo.
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