Leiza, 15 agosto 2012, fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María. Un año más comenzaban el día 11 las fiestas de San Tiburcio en la localidad navarra de Leiza. Un año más, las valientes hermanas Baleztena pusieron la bandera de España en el balcón de la casa familiar, Petrorena, junto al Ayuntamiento. Ha habido agresiones antes, que han sido repelidas. Este año, un numeroso grupo de terroristas antinavarros (nacionalistas panvascos) irrumpió en la casa con gran violencia, accedió al balcón y arrancó la bandera, que a continuación quemaron en la misma plaza.

Leiza, hoy feudo de Bildu, era mayoritariamente tradicionalista hasta hace pocos decenios. La familia Baleztena, de tanta importancia en el carlismo
navarro y tan íntimamente ligada a Leiza, era respetada y querida. (Aún lo es, por no pocos vecinos; pero no por los que controlan la calle e imponen su ley de terror, mientras el Gobierno del PP continúa su política de entendimiento con los terroristas de ETAy de pacto con socialistas y separatistas). La torpe política franquista, el Vaticano II y sus secuelas y la traición de Carlos Hugo de Borbón Parma (a quien Dios haya perdonado) se combinaron para cambiar la situación de esa trágica manera, en Leiza y en tantos otros lugares de Navarra y de las Provincias Vascongadas.

Como escribe Javier Baleztena Abarrategui en la entrada que dedica a los santiburcios de Leiza
en su cuaderno de bitácora Premín de Iruña: "Efectivamente, todo el que quería podía subir a ver las fiestas a Petrorena, la casa de la familia Baleztena en Leiza. Quizá alguno de los nietos de los que estaban disfrutando en el segundo balcón de la misma es de los que este año la han allanado para quemar una bandera española. Prefiero pensar que no".

Agencia FARO