Existe un evidente desconocimiento generalizado en la sociedad, de cuáles son los contenidos al respecto en los acuerdos firmados entre La Iglesia y el Estado. Es decir, qué términos están establecidos y cuáles son de absoluto y obligado cumplimiento, y sigo refiriéndome a este tema en concreto para no salirnos de él.

Pero, si bien los poderes estatales en manos de un desgobierno absolutamente ideologizado y desligado totalmente de todos los intereses generales, mantiene una actitud repugnante, sí, pero coherente con "sus" fines particularistas, lo que no se puede comprender es la actitud del obispado español.

No cabe duda de que se está dando una apostasía en la dejación y permisividad en todo esto. ¿Porque qué otra cosa es consentir la retirada de los centros públicos y ya se verá qué pasa con los concertados del símbolo supremo del Cristianismo? Si se renuncia a su defensa ¿qué es, la negación de Pedro antes de que cante el gallo tres veces (la Parusía), o renegar de la propia fe aunque se sigan usando alzacuellos?

Desde mi punto de vista, resulta esencial que los contenidos de dichos acuerdos signados entre el Estado Ciudad del Vaticano y el Estado español, sean expuestos a la vista de todos los españoles.