La estirpe imperial y ripiosa de este país esta dejando cada vez mas y mas mermada la ya precaria economía de las familias; la falta de poder adquisitivo nos esta trasladando a épocas olvidadas donde el rico y el pobre tenían diferencias sustanciales. La exacerbación ya es manifiestamente intolerable e insultante. Estamos inmersos en un aletargamiento, sumisos y sin oníricos deseos. Ha nacido una nueva generación de políticos que dilapida los bolsillos revistiendo los suyos de color morado. No es lo que la élite política nos dice, sino la percepción que tiene el ciudadano. Los contribuyentes ven como el dinero publico esta enriqueciendo a sus gobernantes; ahora es el Ejido. Ya no estoy convencido de por que y a quien voto.
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