Pues lo que al obispo de Cádiz le encanta a los responsables de la época (y al pueblo) le horrorizaba. La constitución de 1812 no ha cambiado, y sus diputados tampoco ¿qué ha cambiado entonces? ¿Por qué lo inaceptable ahora no sólo es aceptable sino hasta deseable y admirable?
Y eso que el obispo de Cádiz no es de los malos, y seguro que está disgustado con el tribunal de Estrasburgo. Siendo que nada separa a ese tribunal que aquellas cortes.

Lo más interesante de todo es que la constitución de Cádiz, a día de hoy, sería inaceptable para liberales y socialistas. Un documento practicamente franquista para ellos.

Más información sobre los hechos concretos mencionados:

Dumont, Jean: Proceso contradictorio a la Inquisición Española, ed. Encuentro, Madrid 2000.

Francisco José Fernández de la Cigoña. El liberalismo y la Iglesia española. Historia de una persecución, vol. II: Las Cortes de Cádiz.
Anales de la Fundación Elías de Tejada y Erasmo Pércopo. Madrid, 1996.