Habrá que reduplicar los esfuerzos en informar. Y eso pasa forzosamente por informarnos personalmente de las cosas, intercambiando fuentes bibliográficas, indicándolas y desarrollando iniciativas que por pequeñas que sean, puedan alterar la percepción del hecho histórico que distorsionan los intoxicadores profesionales del rojerío.
Está claro que el profesorado, como indica Aquilífero, está en la Inopia, con vacaciones en Babia, y viviendo en Jauja. Y si eso ocurre en colegios católicos -como apunta Cirujeda: no quiero ni pensar lo que sucede en los centros públicos (donde están instalados los aspersores de mentiras burocráticos: me resisto a llamarlos maestros o profesores.
Si el colegio al que llevamos a nuestros hijos es católico -concertado o privado- y el niño nos viene contando una cosa así, no hay que dudarlo: hay que actuar.
Como padres tenemos no sólo el derecho, sino la obligación de exigir que la educación que hemos elegido (se presume que "católica" si el centro dice que lo es) sea realmente católica. Para ello hay que hablar, primero, con el propagandista en cuestión (dado que eso es propaganda y no Historia); si no está dispuesto a enmendarse públicamente, corrigiéndose ante el alumnado para que éste disponga de la verdad y no quede en la mentira... Si no lo hace así, hay que ir a la dirección. Uno no está pagando en un concertado para que le digan las mismas parrafadas que puede escuchar en un público, sin pagar (de más). Si aún así, la dirección -y la inspección- protege a su propagandista, habrá que ir pensado en cambiar de método.
Si no se nos escucha, hagámonos escuchar: se fotocopian los pasquines que sean menester con la información pertinente y se reparten a la puerta del IES o centro educativo que sea, denunciando que en él se está manipulando la verdad histórica.
Y, una vez puestos en faena, pues hasta puede hacerse una hoja informativa en la que se aclaren los crímenes del marxismo o el asunto que sea. A ser posible, con imágenes.
Los profesores pueden ser unos auténticos energúmenos que no han leído nada más que la propaganda del Partido Único... O puede que sean conformistas que defienden a toda costa su nómina. Pero hasta en este tipo de asuntos puede hacerse algo bueno:
Al alumno que disienta de unas explicaciones propagandísticas y sectarias, hay que animarlo a que "busque por sí mismo la verdad". Y, para empezar, en este foro tiene mucho material.
Con ese material que está aquí y en otras partes (sobre todo en los libros) es con el que hay que operar: no basta con leerlo, hay que difundirlo.
Saludos.
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