Amigo, no te quito la razón.

No obstante, es cierto que los ingleses explotaron nuestras debilidades ad nauseam. Pero para ellos está claro, o lo estaba, que lo primero es su patria, incluso para un católico que le repugnara la política de la Commonwealth. Para nosotros no. Y el ejemplo de Roy Campbell me parece sumamente ilustrativo.

Si no hubiera habido tanto traidor, los tejemanejes británicos nunca hubieran tenido tan buen fruto.

Por más que queramos buscar las culpas fuera, que mucha hay, más culpa hay en nosotros mismos.

Me he pasado la vida defendiendo a mi país en mi país, y lo único que he recibido son palos, insultos y desplantes de mis compatriotas. Y entonces, ni me pregunto por qué no hemos recuperado Gibraltar, porque a los héroes que humillaron a la Pérfida Albión los hemos sepultado con saña, lo mismo que a los americanos que lucharon por España. Aquí basta que luches por tu país para que te sepulten en el olvido cuando no en el cadalso. Pues nada, podemos seguir quejándonos de los ingleses.


Y el problema frente a lo que dice el buen Maza es que nuestra honra no está intacta ni por asomo.


Espero que no se confunda mi postura, pues no minimizo su culpa. Si por mí fuera, en Gibraltar....Y si por mí fuera, a los colonos británicos de la Costa del Sol o las Alpujarras....

Pero lo cortés no quita lo valiente.