No olvidemos tampoco que los ingleses metieron cizaña en Hispanoamérica para "liberarla" de España y esclavizarla a continuación por medios sutiles como préstamos bancarios, explotaciones mineras e industriales, etc.
Es cierto que el peso se inclina considerablemente más contra Gran Bretaña que a favor de ella. Pero tampoco debemos olvidarnos de los católicos ingleses e irlandeses que durante siglos fueron oprimidos, calumniados, perseguidos y martirizados por sus gobernantes, ni desestimar esos pocos casos como Newman o Chesterton (a Belloc no lo cuento porque no nació en Inglaterra). En general, no me atrae la cultura anglosajona, y cuanto más he ido conociendo la lengua y la cultura inglesas más me he ido desengañando de ellas. Y en todo caso siempre la he visto como algo bastante ajeno, aunque sea necesario conocer. En cuanto a la lengua inglesa, cuanto más la he llegado a conocer más me he ido dando cuenta de los innumerables mitos que hay en torno a ella (y si Dios quiere algún día hablaré del tema) y me gusta cada vez menos, aunque hoy en día sea imprescindible para la comunicación internacional.
(En todo caso, nunca está de más conocer la lengua del enemigo para que no nos pille desprevenidos. Cuenta Fanjul que si Alfonso X mandó traducir el Corán no fue por promover el islam, las tres culturas y todo eso, sino para poderlo rebatir mejor.)
Marcadores