Los japoneses siempre han tenido un gran sentido del honor, que por desgracia en España se ha perdido. Ellos hasta son capaces de suicidarse por honor. Y su sentido de la decencia es igualmente ejemplar.
¡Zapatero, aplícate el cuento! Pero como no tienes ni vergüenza en tu puñetera vida has oído siquiera esa palabra, tendremos que seguir aguantándote.
Totalmente de acuerdo, Valmadián, debería ser obligatorio y estar en los tratados de moral pública. Y además habría que reinstituir el juicio de residencia.
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