Re: Bandera española con el águila en la Casa de Galicia de Nueva York

Iniciado por
muñoz
Claramente he dicho que para mí es fea. Y además he remarcado que para gusto hay colores. Si para ti es muy bonita, pues estupendo.
El águila de San Juan responde a un intento por parte de Franco de legitimar su gobierno, identificándolo con el reinado de los Reyes Católicos. Y por todo lo que significa y lo que representa Franco, reniego de la bandera franquista.
Donoso ¿crees que soy yo quien debe rebajar el nivel de agresividad? he expuesto mis razones a lo largo de varios mensajes, y esta es la respuesta. Respuesta que yo puedo esperar en foros de cierto color, pero no en Hispanismo. Aquí se puede discrepar, pero frases como esas son más que eso. Por otra parte, a mi nada me garantiza la "pureza" ideológica de muchos que se dicen carlistas. Los hay que van desde un límite fronterizo con el separatismo, hasta los que son del PP. Como me dijo en una ocasión un amigo carlista, paisano tuyo pero que vive en Sevilla: "dentro del Carlismo hay muchas familias". De modo que los hay que deberían empezar a respetar a los "otros". Yo juré la Bandera Nacional del Águila de San Juan y es mi Bandera. De modo que ni es una cuestión de qué pantalones me pongo hoy, ni es una entelequia imaginada por un general, sino la Bandera de muchos españoles, empezando por la de mi propio padre (q.e.p.d.). Todo ello no es obstáculo para que junto a ella tenga por propia y con igual fervor Las Aspas de San Andrés.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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