BRUTALIDAD Y REFRACTARIEDAD FRENTE A MINORÍAS SELECTAS


BRUTALIDAD Y REFRACTARIEDAD FRENTE A MINORÍAS SELECTAS


La refractariedad de ideas podríamos definirla como una especie de negación de lo evidente, algo así como hablar con la pared o con un mulo.
Los resultados electorales tienen una interpretación terrible: siempre votan los mismos a los mismos. Cuando un partido gana no es porque haya convencido a más personas, sino porque un grupo importante de desencantados dejan de votar al contrario, perdiéndose entre el quedarse en casa, el voto blanco, nulo o el voto de castigo a partidos sin posibilidades de gobernar.
Y así es como tras una serie de años de saqueo llega la fase de hacer dividendo y botín y no pasa nada. Se van aquellos a los que no les llega y entonces bajan de once millones a seis y algo. El problema es que la partición no ha sido bien hecha.
Los otros son los mismos de siempre. Una mezcla de expertos en eufemismos y en decir lo politicamente correctos no sea que te quiten el carnet de demócrata, que se expide en Ferraz, y te quedes con las posaderas al aire. Capaces serán de ponerte, entonces, cualquier “sanbenito” y además te lo pondrán gentes que ni siquiera saben, ni les interesa, de dónde viene esa palabra.
En fin, se va el caimán (pero volverá) y como dijo Napoleón “nunca pensé que los españoles fueran tan brutos”. O como dijo Ibsen ¿qué hay más necios o cuerdos? Más necios obviamente. ¿Entonces cómo puede gobernar la mayoría? No es cuestión de preocuparse; frente al concepto de “mayoría” yo les ofrezco el de “minoría selecta”. Hay ciertas cosas que no puede ser cualquiera. Cualquier persona no puede tener el honor de ser carlista y tradicionalista. Las cosas verdaderamente selectas, como la espiritualidad y las ideas, no se compran con el dinero ni se adquieren con el cachondeo de las papeletas y otras rifas. Requieren una maduración más lenta, como los vinos añejos que, tenemos que comprenderlo, tampoco son para todos los paladares y cataduras, pues hay gustos y olfatos que saborean igual un manjar que....


Un saludo desde la atalaya española en tierra africana

CEUTA Y MELILLA CARLISTAS