1- Entonces la solución podría ser un ejército paramilitar (requeté) más los sectores descontentos del ejército común, con mejores armas que los leales a Juan Carlos y mejores armas que la OTAN. El asunto pasaría por tener mejores armas y nuestra mejor arma es la fe; ellos no tienen fe, sus ejércitos liberales son ejércitos de mercenarios, los verdaderos militares estoy seguro de que si se los convence bien, si se les da el incentivo moral adecuado, no titubearían en pasarse a nuestras filas, porque antes que la lealtad a su "rey", está la lealtad con Dios y con la Patria. Los militares que no quieran unirse a nuestra Cruzada, es porque no tienen honor, no son caballeros sino simples mercenarios...
2- Soy consciente de ello, por eso, una vez en el poder, habría que fortalecer bien el régimen, eliminando a todos los opositores (no matándolos, porque eso sería genocidio y es pecado, pero sí poniéndolos presos; bueno, sí estaría bien fusilar a los traidores, porque en ese caso sería aplicar la justicia) y hacer una rápida carrera armamentista preparándose para la guerra abierta contra todos los aliados de la OTAN y de la Unión Europea. Pero ya verán que no van a quedar solos, pues en otros países (como por ejemplo en Hispanoamérica, donde ya parece que están habiendo intentos de sublevación, como en Ecuador contra Correa, en Bolivia contra Morales y ahora el éxito que está teniendo el nuevo régimen, si bien democrático, pero mejor que la tiranía de Lugo, en la República de Paraguay)...Y después están las maniobras diplomáticas útiles: no reconocer la República Popular China y en su lugar reconocer a la República de China (Taiwán), reconocer al Tíbet, no reconocer a Israel y sí Palestina, etcétera...
3- Es cierto, sólo que yo pienso al revés. Yo me he convencido, al observar la larguísima y aburridora trayectoria democrática-liberal que tiene mi país (estudiando la historia, no que haya vivido mucho tiempo, claro), que primero hay que establecer un régimen por la fuerza y después, con la propaganda, convencer a la gente. Con la propaganda, bien hecha, se puede convencer a las masas de lo que sea; es lo que hacen los judíos...Pues entonces, ¡hagámoslo nosotros, pero para bien! Un error que cometió la dictadura cívico-militar en mi país fue: que los militares no quisieron aceptar el memorandum de Bordaberry (su enceguecimiento por la democracia liberal, nos les permitió tener una visión de futuro) y Bordaberry debió tal vez, haberse impuesto por la fuerza, convencer a los militares que aceptaran ese Memorando; y el otro error, fue que no hicieron un Ministerio de Propaganda. Hay que hacer un Ministerio especializado para eso y destinar gran parte de los fondos para eso, porque es muy importante, es lo que logra darle firmeza al régimen. Si tenemos un Ministerio fuerte, que todo el tiempo, esté a cada rato con una propaganda a favor del régimen, las personas se van a convencer de eso, no tendrán alternativa...Hay que seguir en este sentido, el ejemplo de los nazis (al Dr. Goebbels y compañía), sólo que sin su idolatría paganoide por la raza aria ni nada de esas cosas raras; tiene que volver a haber un régimen como el de Franco, que promueva la unidad nacional, que haga apología de la Iglesia, que muestre su grandeza y su poder...Hay que pasar haciendo desfiles militares y demostraciones de poder ante el pueblo. Al pueblo se lo domina primero con el miedo y luego con el amor; por eso la primera parte del régimen, su período inicial debe ser una dictadura bien dictatorial, bien fuerte, que no dé lugar a disensiones; y luego, de a poco, hay que ir ganándose los corazones de las personas...El pueblo finalmente verá y comprobará que el nuevo régimen es lo mejor que pudo haberles pasado; sabrán que antes, vivían en la barbarie, un país repleto de crisis económicas, paro, desempleo, corrupción, delincuencia e inmoralidad.
4- España necesita un nuevo "Franco" (que puede incluso ser el mismísimo Rey legítimo, lo cual sería lo ideal), sólo que aún más fuerte, con una doctrina aún más sólida, con una fe aún más radical y extremista (si se me permite el término); debemos aprender de los errores del pasado y no volver a cometerlos, esta vez NO hay que ablandar, no hay que darle tregua a la maldad. La Monarquía Tradicional debe restaurarse completamente, pero de forma bien autoritaria; y aunque la ONU, la UE, etcétera, griten, lloren y pataleen con sus mentiras y sus pseudo-argumentos de los "derechos humanos", el régimen tiene que mantenerse firme y preparado para la guerra; e incluso debe hacer mucha diplomacia. Cuando los pueblos y las élites de los países vecinos se enteren de la verdad, de lo bueno que es en realidad el nuevo régimen católico, entonces esos países seguirán el ejemplo...Vendrá una oleada de golpes de Estados, sus regímenes democráticos se desplomarán frente a los ojos atónitos de los judeo-masones...
Es verdad que el Carlismo, toda la Tradición y la Iglesia han luchado a lo largo de la historia, más con la pluma que con la espada; en realidad no sé si es ahora o no, el momento más propicio para una sublevación... ¿Pero cuándo lo será, entonces? ¿Qué estamos esperando? (Hay personas inocentes engañadas por el Sistema, que la están pasando muy mal, y ya no pueden esperar…). Sé que Jesucristo va a volver algún día (sin lugar a dudas), tal vez pronto, pero tal vez no, tal vez aún falte mucho para que vuelva...No lo sabemos y estoy seguro de que Dios no quiere que nos quedemos sentados esperando a que algo suceda, sino que quiere que vayamos y peleemos por su Reinado Social. Y si tenemos que pelear contra el mundo, ¿qué? Tal vez sea eso lo que precisamente tengamos que hacer. ¿Bloqueos políticos, bloqueos económicos? ¡Sin duda de que lo harán! Por eso es importante llegar a la autarquía, al menos en un principio cuando nadie apoye al Régimen. Es que el mundo moderno, siempre persigue a los cristianos (se lo resume en eso); hoy NO existe un régimen enteramente cristiano en ninguna parte del mundo, es momento de que volvamos a recuperar los territorios de la Cristiandad. ¡Recuperemos “Jerusalén”! ¡No parar de luchar hasta conquistar!
PS: Para cualquier cosa secreta nos comunicamos por privado.
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