Re: Diferenciando: carlistas, nacionalistas, periodistas e ignorantes.
Es dentro de este mismo estilo de periodismo de chichinabo, lo que el "presunto" informador Graciano PALOMO, en uno de los "debates" (siempre iguales, siempre los mismos) de la ínclita 13TV, espetaba a la cara a uno de la CUP, o de ERC, o de cualquiera de las muchas siglas que usan, que eran "herederos" de los "carlistones del XIX". Aparte de la ofensa gratuita, la referencia innecesaria e inadecuada, lo interesante del asunto es el nivelazo intelectual del chafardero mencionado, profesor, eso si y además, de alguna asignatura de eso que llaman eufemísticamente "ciencias" de la Información. Y es que así va el país, porque con estas lumbreras como 4º poder ya podemos ir todos a confesar. Nada debe, pues, escandalizarnos, mientras recordemos aquello de Don Alonso Quijano cuando le decía a Sancho que "cosas veredes que farán fablar las piedras".
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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