Pues si juntas un PADRE CLÁSICO + una FAMILIA ANTIGUA ya ni te cuento lo que sale: la peor pesadilla de esta panda de retorcidos manipuladores.

Es imaginar a un pobre niño, con toda su buena fe, sosteniendo semejante aberración entre sus manos y ver cómo esa birria siembra la duda en su inocente cabecita... Se me saltan las lágrimas. Qué injusticia.

Lo más parecido que recuerdo a este 'mal sueño' lo encontré revolviendo el otro día entre mis apuntes del colegio. Mi libro de Religión ¿católica? de 1º de Bachillerato definía "Algunos tipos de personas de nuestro tiempo":

1. Personas que piensan sólo en ellas.
2. Personas que piensan de forma radical.
3. Personas egoístas e intransigentes.
4. Personas triunfadoras y ególatras.
5. Personas "progresistas" y modernas.
6. Personas tolerantes y solidarias.

Huelga decir que este último "tipo de personas" era el más recomendable porque "aceptan la sociedad tal y como es, aunque eso no implica que dejen de ser críticas con ella", "aceptan el juego democrático", "se comprometen y trabajan en ONGs", "creen firmemente en la solidaridad", "apuestan por la libertad, igualdad y.... ¿fraternidad?", no era "tolerancia" pero casi.

Fue algo que ya me llamó la atención en su día, pero no deja de resultar curioso cómo coincide el """savoir-faire""" de unos y otros... Pareciera que se trata de los mismos.