Bien valorado en círculos judiciales, y sin enemigos en el Partido Demócrata, John G. Roberts puede ser ratificado por el Senado con facilidad.
El presidente George W. Bush ha nominado al juez federal de apelaciones de Washington D.C., John G. Roberts Jr., para cubrir la vacante en el Tribunal Supremo de Justicia causada por la dimisión de la juez Sandra Day O'Connor. No había vacantes desde hace 11 años, y según quien se elija cambiará la correlación de fuerzas en el Supremo, que es la última instancia jurídica de EEUU.
Bush anunció que nominaba a Roberts en un discurso televisado el martes por la noche, cuando la noticia ya se había filtrado a los medios poco antes. En su discurso Bush dijo que Roberts es un hombre de alta integridad e intelecto, un jurista respetado por ambos partidos políticos, un hombre comprometido con los principios constitucionales y con la justicia en el marco de la ley.
Las empresas y asociaciones abortistas y la prensa en general están repitiendo una y otra vez que "Bush sustituye a la moderada Sandra Day por el conservador John G. Roberts". En realidad, Sandra Day es una "católica" favorable al aborto, que ya en el 2000 consiguió con su voto (caso Stenbergh vs. Carhart, cinco a cuatro) que se levantasen las restricciones legales que había para el "aborto por nacimiento parcial", un tipo de aborto especialmente traumático que -según las encuestas- la mayoría de los norteamericanos querrían prohibir.
El procedimiento que fue mantenido gracias a la "moderada" Sandra Day consiste en dejar que nazca casi todo el bebé excepto la cabeza, introducir por la parte trasera del cuello del bebé un pincho con un tubo, matar al bebé aspirando la masa cerebral del bebé y cuando colapsa el cráneo sacar el resto de su cuerpecito.
La principal razón por la que los abortistas temen a Roberts es que en 1990, en el caso Rust v. Sullivan, emitió un "brief" (una declaración judicial breve) ante el Supremo asegurando que "continuamos creyendo que Roe vs Wade se decidió erróneamente y que debería ser abolida. La conclusión del Tribunal en Roe de que hay un derecho fundamental al aborto no encuentra apoyo en el texto, la estructura o la historia de la Constitución".
Si Roberts y una nueva mayoría en el Tribunal Supremo aboliesen Roe Vs Wade, ¿quedaría abolido el aborto en EEUU? Análisis desde los grupos pro-vida dicen que no sería suficiente, pero sí es cierto que desde 1973 el aborto sin causa, sin límite de tiempo, sin limitaciones de ningún tipo se ha basado en esa idea -que Roberts ve infundada- de que el aborto es un derecho fundamental.
Pero no hace falta ir tan lejos y soñar con la anulación de Roe vs. Wade: en 2003 Bush firmó la prohibición del aborto por nacimiento parcial con forma de ley. A principios de este mes de julio una Corte de Apelaciones de EEUU dijo que esta prohibición violaba la decisión del Tribunal Supremo del 2000. Le toca al Supremo pronunciarse. A partir de octubre, cuando vuelva a empezar el curso judicial, si Roberts ha podido acceder a su cargo sin problemas, se podrá ver si hay aires pro-vida en el Alto Tribunal de EEUU tras tres décadas de Cultura de la Muerte en los juzgados.
Los republicanos tiene una ventaja de 10 a 8 en el Comité Judicial y tienen 50 asientos en el Senado, de manera que las oportunidades de confirmar a Roberts parecen buenas. Además, Roberts es conocido por no tener especiales enemigos entre los demócratas, por lo que puede que el lobby gay no consiga reunir suficientes senadores para aplicar las tácticas de hostigamiento y aplazamiento que se conocen en la política americana como "filibusterismo".
Roberts es considerado una persona de expresión serena, poco dado a pirotecnias verbales, discreto y cordial. Sus enemigos van a tener que esforzarse para presentarlo como un radical.
Desde Washington, el padre Frank Pavone, director de Priests for Life (la mayor asociación de curas que trabajan temas de Cultura de la Vida en EEUU), ha pedido al Senado que ratifique "rápida y honradamente" a John G. Roberts. Y es que en casos anteriores de ratificaciones en el senado para otros cargos, se han utilizado todo tipo de presiones personales, y en este caso parece evidente que se va a atacar a Roberts simplemente por sus convicciones pro-vida o religiosas.
"El presidente Bush entiende el tipo de jueces que necesitamos en el Tribunal Supremo, jueces que entiendan la diferencia entre aplicar la ley y reescribirla", ha declarado Frank Pavone. Los partidarios del nominado temen que se empleen tácticas de obstrucción legislativa y ataques personales contra Roberts.
"La Constitución impide hacer tests religiosos para acceder a cargos federales", explica Pavone, "pero algunos usan las 'creencias profundamente mantenidas' de los candidatos contra ellos en los procesos de confirmación. Esto ya es bastante malo en las nominaciones a tribunales inferiores, pero hacer esto ahora significaría que cualquiera que es fiel a una religión quedaría automáticamente descalificado para trabajar en el Tribunal Supremo. No podemos permitir que esto pase."
¿Por qué es tan importante quién compone el Tribunal Supremo? Se trata de un cargo vitalicio, que sólo se abandona por muerte, enfermedad o por dimisión voluntaria. Un juez elegido hoy puede seguir ejerciendo su función dentro de 30 ó 40 años, aunque la sociedad o las circunstancias hayan cambiado mucho.
Christian Coalition denunciaba en una declaración recente que en los últimos 45 años, muchas leyes elegidas por los representantes del pueblos (legisladas desde el Parlamento) han sido tergiversadas o desbancadas desde el Tribunal Supremo. Fue este tribunal quien quitó el rezo matutino de las escuelas públicas en 1962, quien estableció que el aborto "a petición" (es decir, sin límites) era un derecho constitucional (en el caso Roe vs. Wade de 1973), quien intentó eliminar las palabras "bajo Dios" de un juramento tradicional en las escuelas norteamericanas en 2003 y este mismo año, en una votación 5 contra 4, decidió quitar de los juzgados los monumentos dedicados a los 10 mandamientos (excepto aquellos considerados de valor histórico-artístico).
"Nuestros Padres Fundadores nunca tuvieron la intención de que la rama que querían que fuese la más débil de las tres del gobierno norteamericano, la justicia federal, fuese tan poderosa como lo es hoy; nunca pretendieron que el sistema judicial federal pudiese establecer juicios tiránicos similares a los edictos que imponía el gobierno británico antes de la Revolución Americana; nuestros Padres Fundadores nunca pretendieron que una minoría de senadores pudiesen determinar si un nominado por el presidente ha de recibir un voto de confirmación del senado".
Marcadores