Respuesta: Juicio contra negacionistas del Holocuento

Iniciado por
Lizcano de la Rosa
En realidad un católico no puede ser nacional socialista porque es una ideología condenada por la doctrina de la Iglesia, con todo rigor y fundamento en la Encíclica Mit Brennender Sorge. Bien cierto que la actual "democracia" tiene las mismas características que la ideología nacional socialista: neopaganismo. Y el mismo riesgo: la apostasía.
Las actividades asociadas a la historia son lo de menos, pues, esa historia está falsificada y escrita por los vencedores en la mayoría de los casos.
Completamente de acuerdo, más aún considero el nacional-socialismo como una forma de paganismo en la que el Estado lo es todo, por ello, no me refería a los católicos, sino al hecho de que cualquier individuo sólo por el hecho de simpatizar o sentirse "nazi" o "nacionalsocialista", no ha de ser juzgado por ello en un sistema que presume de libertades. Otra cuestión es que el comportamiento del citado individuo sí constituya objeto de delito, pero entonces se deberá juzgar el hecho en sí, no por razón de sus ideas.
Ahora bien, en este asunto andan por medio algunos personajes siniestros (izquierdistas) de todos más que sabidos (el cabecilla de "Movimiento contra la Intolerancia" que además de él no sé si hay alguno más), así como el farsante mencionado por Chaira. El peso de estos fulanos es superior al de cualquier otro en la "Egpaña cañí zapateril".
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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