Esto tampoco lo dice, hoy en día, cualquier obispo (tomado de la misma homilía):
Who is our enemy in this battle of the Church Militant?
Our enemy is the deceiver, the liar, Satan. Because of his spiritual powers he can turn the minds and hearts of men.
Que viene a significar algo así como:
¿Quién es nuestro enemigo en esta batalla de la Iglesia Militante? Nuestro enemigo es el engañador, el embustero, Satán. Por sus poderes espirituales puede trastornar las mentes y los corazones de los hombres.
Y es que, incomprensiblemente, casi nunca se escucha a los obispos hablar del demonio, cuando resulta que precisamente en él está la causa del crimen del aborto y de todos los ataques brutales que está sufriendo el derecho a vivir.
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