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Tema: Administración y representación de la Provincia del Sahara bajo Franco

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    Administración y representación de la Provincia del Sahara bajo Franco

    Administración y representación de la provincia del Sahara bajo el Régimen de Franco







    Revista FUERZA NUEVA, nº 40, 14-Oct-1967

    SAHARA, PROVINCIA ESPAÑOLA

    SALTO AL FUTURO

    Representantes de todas las tribus del territorio en la Asamblea General recién constituida

    La constante atención que el Gobierno español dedica al Sahara, la preocupación casi maternal que siente por sus instituciones y el deseo vehemente de España de que la provincia sahariana obtenga, en el plazo de tiempo más corto posible, su madurez política y su propio autogobierno, ha plasmado recientemente en una Ley, la 1024/ 67, que unida a las que en su día fueron promulgadas por el Gobierno nacional, han ido reorganizando la vida social y política del Sahara, atemperando su progreso a la marcha realmente vertiginosa de su desarrollo económico, y que con la nueva ley ha de transformar necesariamente su actual régimen tribal en una organización moderna y verdaderamente efectiva, que situará al pueblo saharaui al nivel de las naciones más civilizadas y avanzadas del continente africano.

    El primer paso para esta nueva estructuración fue la creación de los Ayuntamientos de Aaiún y Villa Cisneros, y las entidades locales menores de Smara y Güera. Ello supuso entonces un gran avance en la vida política del Sahara, sin abandonar la especial organización saharaui. Posteriormente, la sedentarización de un elevado número de nómadas, que por disponer de medios de vida más estables fueron abandonando su errante vida por toda la ancha geografía sahariana, para establecer sus viviendas con carácter permanente, dio ocasión a que ese núcleo de personal nativo, que antes no conocía otra cosa que la vida en común con sus familiares y con sus medios de alimentación, el camello y la cabra, en los lugares más recónditos del desierto se interesara por la política local y mostrara un empeño inusitado por los cargos de la administración pública.

    Quedaba también la provincia a falta de cohesión política, si no se hubiera constituido el Cabildo provincial, organismo de carácter superior, que acoge en su seno a las representaciones de los Ayuntamientos, fracciones nómadas y representantes de los sectores comerciales, industriales e intelectuales de la provincia. Las misiones y realizaciones del Cabildo son en todos similares a las de las Diputaciones Provinciales o Cabildos Insulares españoles, habiendo tomado su denominación de estos últimos por su mayor similitud y proximidad.

    Constituida de esta forma la organización política provincial se completa con la representación de estos órganos en la vida legislativa española por la presencia en las Cortes, como Procuradores de los alcaldes de Aaiún y Villa Cisneros y el Presidente del Cabildo Provincial.

    Mas con estas instituciones, aun cuando supusieron indudablemente un gigantesco paso en el desarrollo político- administrativo de la provincia, no quedaba del todo completo el panorama de la vida política provincial en todos sus aspectos.

    Se echaba de menos un órgano que, independientemente de los aludidos y con una más amplia representación tribal, pudiera encauzar la vida política y económica del Gobierno de acuerdo con las necesidades de las tribus, para lo cual era imprescindible crear una Asamblea ampliamente representativa.

    Asamblea General

    Pues bien, el Decreto 1024/1967 de 11 de mayo, ha venido a llenar esta necesidad con la creación de la Asamblea o Yemaa General del Sahara, introduciendo un órgano de Gobierno democrático, sin olvidar las antiguas y tradicionales instituciones del pueblo saharaui. Esto se logra mediante la creación de un organismo de amplísima representación en el que se verán representadas las tradicionales Yemaas parciales de todas las tribus, reunidas en una Cámara que manera de Cortes presidirán la política del Gobierno, recogiendo y manteniendo las mejores tradiciones del pueblo y el sentir de sus fracciones.

    Aclaremos, para mejor comprensión de los lectores, que Yemaa es el nombre que se da a las Asambleas que en cada una de las diferentes tribus se reúnen para resolver asuntos importantes relativos a las mismas. Están presididas por sus “chiujs” (jefes) y participan, por lo general, la mayoría de los componentes de la tribu, organizado en fracciones y subfracciones, se reúnen, por lo común, otras Yemaas parciales para tratar de asuntos generales de cada una de ellas. Estas Yemaas actúan, normalmente, con absoluta independencia unas de otras y, desde luego, no tratan más que de asuntos de interés exclusivo de la agrupación que las provoca.

    Por otra parte, este nuevo organismo trata de recoger en su seno no solo a los jefes de tribu o fracción, sino que prevé la representación popular mediante el nombramiento de 40 representantes elegidos entre las subfracciones, es decir, personas diferentes a los jefes de tribu o fracción, que son, pudiéramos decir, los representantes natos del Sáhara.

    La constitución de la Yemaa general es la siguiente:
    Un presidente.
    Un vicepresidente.
    Tres clases de representantes:
    a)- Presidente del Cabildo y Alcaldes de Aaiún y Villa Cisneros en representación de los más altos organismos de la Administración Local y Provincial.
    b)- Los “chiujs” (jefe)s de tribu o fracción, en representación de las instituciones tradicionales.
    c) Cuarenta representantes elegidos libremente por las subfracciones de tribu o fracción.

    Cómo puede apreciarse por este breve esquema de su organización, es un órgano representativo de muy amplia base, que indudablemente está en condiciones de hacer oír la voz de los más apartados rincones del Sahara.

    Esta Asamblea tiene además la particularidad de que es exclusivamente saharaui y en ella no intervienen más representantes que los nativos. Únicamente, y a título de asesor, asistirá a las reuniones el secretario general del Gobierno, que no dispondrá de voto.

    El presidente y vicepresidente de la Asamblea serán elegidos por mayoría de votos de los representantes y recaerá necesariamente sobre uno de los vocales de los grupos a) y b) antes enumerados.

    Las atribuciones. fundamentales de la Asamblea recogidas en el artículo 174 del decreto serán:

    1ª Examinar y emitir su dictamen en todos aquellos asuntos de interés general del territorio, tales como los referentes a presupuestos, planes de obras públicas, enseñanza, agricultura, ganadería, alumbramiento de aguas y, en general, todos los afectan al desarrollo económico-social.

    2ª Ser informada de las disposiciones con rango de ley o decreto que deban regir en el territorio, pudiendo a este respecto formular las observaciones o sugerencias que se consideren oportunas para su adaptación a las peculiaridades del mismo.

    3ª Proponer al Gobierno por propia iniciativa la adopción de las medidas y normas jurídicas necesarias para el cumplimiento y desarrollo de las leyes del Estado.

    Las elecciones

    El plazo de celebración de las elecciones se señaló dentro de los ocho días siguientes a la publicación de la anterior ordenanza, es decir, desde el 14 de julio hasta el 20 de agosto, fecha en que finalizaron, comprendiendo, pues, un período de treinta y siete días. Durante este período en todas las Yemaas parciales de las tribus se han llevado a efecto las elecciones siguiendo los usos y costumbres tradicionales y en las que han participado la casi totalidad de los saharauis mayores de edad, que han votado en régimen de la más absoluta libertad de expresión y con una sinceridad y honradez difícilmente igualable ni aún en los países de la más pura ascendencia democrática.

    Una de las particularidades de las Yemaas la constituye el hecho de que sin haber una lista previa de candidatos los componentes de cada fracción que se reúnen designan, previa minuciosa de liberación en la que intervienen todos los componentes de las mismas, los nombres de los hombres de la tribu o fracción que consideran más idóneos y eficientes para representarles. El número de representantes de cada tribu o fracción es proporcional al de individuos de que está compuesta cada una de ellas.

    La personalidad de los candidatos elegidos constituye una variada gama en la que están representados los caracteres más diversos, que comprende desde los “chiujs” más prestigiosos por antecedentes políticos, familiares y religiosos, como son el Presidente del Cabildo provincial, Alcaldes de los Ayuntamientos de Aaiún y Villa Cisneros y otros importantes jefes naturales, hasta alguno de los más modestos saharahuis que han destacado por su instrucción, honradez y trabajo y que les han proporcionado una personalidad e influencia muy acusada entre sus hermanos de tribu, motivo éste de orgullo y de dignificación de la masa popular sahariana.

    La forma en que se han desarrollado las elecciones ha puesto de manifiesto, una vez más, que el pueblo saharaui está dotado de un civismo y sentido de la responsabilidad nada corrientes, pues habiéndose celebrado estás dentro de un clima de apasionamiento, instigado asimismo por una intensa propaganda contraria de allende las fronteras del Sahara, todo ha transcurrido dentro de la mayor normalidad y sin la más mínima alteración del orden público. La paz de España se extiende igualmente al Sahara, fomentando entre sus habitantes el respeto a la dignidad humana, que hacen perfectamente compatibles la libertad y el orden, conceptos irreconciliables en muchos países que se dicen guardianes de la civilización.

    Constitución de la Asamblea

    El día señalado para la constitución de la Asamblea General fue el 11 de septiembre y a tal efecto se cursaron a todas las tribus y fracciones las citaciones para que los representantes respectivos de cada una de ellas se encontrarán en Aaiún con la debida antelación.

    Efectivamente, desde días antes de la fecha prevista empezaron a concentrarse en la capital del Sahara los representantes, muchos de los cuales venían acompañados de familiares y amigos.

    Aaiún vivió esos días auténticas jornadas de fiesta, mucha alegría y bullicio en las calles y hombres, muchos de ellos con “derraa” y “lezam” (túnicas azules y blancas y turbantes negros), dando color y ambiente a la “ciudad de los manantiales”.

    Hombres de todas las condiciones sociales, desde los lugares más apartados y recónditos del territorio llegaron al Aaiún para ocupar su puesto en la Asamblea General, tomar posesión de sus flamantes cargos de representantes para trabajar y laboral desde ahora por un Sahara grande y próspero, defendiendo al propio tiempo los intereses y derechos de sus hermanos de tribu, para que ningún lugar del territorio, ni aun el “frij” más modesto del desierto quede privado de los beneficios que en cuanto a desarrollo y progreso de la provincia traerá consigo la nueva Constitución.

    Aquellos días, un nuevo motivo de alegría vino a unirse a la ya manifiesta algarabía popular y esto fue la lluvia caída el domingo y lunes pasados, como si Dios quisiera unirse a la magnificencia de los actos, prodigando el don más apreciado de los “hijos de las nubes”, el agua, verdadero mané en estas desoladas y resecas tierras del desierto (...)

    Para rendir los honores correspondientes a la solemnidad del acto, una compañía del III Tercio Legionario “Don Juan de Austria”, con bandera, escuadra, banda y música, estaba formada frente al salón Oriental, donde tendría lugar la constitución de la Asamblea.

    Dentro del salón se encontraban todos los representantes en número de 78. Asimismo, el secretario general, que asistía a título de asesor, y el señor Avellanal y Sánchez de León, secretario de la Asamblea y único europeo perteneciente a la misma, y como tal secretario sin derecho a voto.

    Fuera esperaban al gobernador general todas las autoridades provinciales y Comisiones de los Cuerpos, centros y organismos oficiales, así como del Ejército.

    Numerosísimo público, musulmanes y cristianos, abarrotaba los alrededores de la plaza de España y del salón Oriental.

    (…)

    Hacia el autogobierno

    El nombramiento como presidente y vicepresidente de los señores Seila uld Abeida (actualmente Presidente del Cabildo provincial) y de Baba ufd Hassena uld Baba (prestigioso chej de la región Sur, de Villa Cisneros) fue acogido con grandes muestras de júbilo y satisfacción por parte de los representantes, quienes al término de la reunión salieron del recinto del local, acompañando a las autoridades recientemente elegidas, y en patriótica manifestación, en medio de los aplausos y vítores de los espectadores saharauis se trasladaron frente al edificio del cuartel general del Sahara. para dar a conocer al Gobernador General el resultado y la decisión de la Asamblea. Entre tanto, grupos numerosos de saharauis incrementaron la manifestación, que llenó por completo los alrededores del Gobierno General, y ante los aplausos insistentes de los manifestantes el gobernador general, desde el balcón del Gobierno, pronunció las siguientes palabras.:

    España ha querido que su voz llegue a ella por las bocas de los propios hijos y aquí está España para ampararos como madre celosa, que no consentirá que nada ni nadie os robe vuestro esfuerzo y vuestra merecida gloria.

    Como general de España y como vuestro gobernador haré honor a la altísima distinción que se me hizo al confiarme vuestra defensa y vuestro gobierno sin regatear esfuerzos, por grandes que éstos sean.

    Tengo plena confianza en que no nos ha de faltar ayuda de Dios, que ha querido mandarnos en este día su bendición en forma de esta deseada lluvia.

    Ello es un buen presagio, y como también estoy seguro de vuestra colaboración leal y entusiasta, me atrevo a predecir que triunfaremos plenamente y que nada podrán contra nosotros los traidores del exterior y los cobardes del interior que les hacen el juego, y unidos todos en esta ambición gritamos fuerte: ¡Viva España! ¡Viva Franco! ¡Arriba el Sáhara!


    Y así terminó la brillantísimo e histórica jornada de la constitución de la Asamblea General del Sahara, una Institución llamada a encauzar el porvenir de la provincia sahariano, en orden a su futuro autogobierno.

    De esta forma, pues, ha quedado constituida la primera Asamblea General, una fuerza de naturaleza plenamente popular, orientado como la verdadera institución básica del pueblo saharaui, ya que a través de innumerables y minuciosas Yemaas, han llegado a seleccionar, por sus tradicionales usos y costumbres, a sus hombres más representativos.

    Poco conocen al pueblo saharaui aquellos enemigos que desde el exterior propalan el error y la mentira y poco saben del culto y valor que el saharahui confiere a sus Yemaas, cuando tan burdamente critican y ofenden la más arraigada y persistente de sus costumbres, pues desde siempre han permanecido fieles a esta tradición, que respetan y defienden como algo muy querido, y que es, sin duda alguna, una representación totalmente real y democrática.

    España, en fin, les ha puesto en el verdadero camino que les llevará a la plena madurez política, y en ellos está el que este camino lo sigan con lealtad, decisión y entrega desinteresada, para hacer realidad un futuro que ya desde hoy mismo se presenta con las más espléndidas y optimistas promesas.


    Miguel CASTILLA ORTEGA
    http://hispanismo.org/members/alacra...espa%F1ol.html
    Última edición por ALACRAN; 27/10/2021 a las 21:08
    "... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
    Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)

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    Re: Administración y representación de la Provincia del Sahara bajo Franco

    El pueblo saharaui, en su día, contento de pertenecer a España frente a intrigas siniestras para convertirlo en un nueva Palestina o un nuevo Vietnam ... (que es lo que acabaría sucediendo una vez muerto Franco)


    Revista FUERZA NUEVA, nº 116, 29-3-1969

    Un pueblo con honor

    Por Blas Piñar

    El “Boletín de las Cortes Españolas”, número 1.042, correspondiente al día 7 de febrero de 1969, publica el breve pero sustancioso discurso que el procurador y presidente de la Yemaa General del Sáhara, el señor Seila Uld Albeida, pronunció ante el pleno de nuestra Cámara legislativa, reunida en la fecha señalada.

    Este mismo discurso aparece también en su totalidad en un número extraordinario del seminario “Sahara”, que se publica en Aaiún, capital de la provincia, en unión de las palabras que a las mismas Cortes dirigió, el 26 de junio de 1967, el alcalde de Villa Cisneros, señor Suilem Uld Abdel-lahe. Completa la edición el texto literal del escrito que el señor Seila leyó al Jefe del Estado durante la audiencia concedida el 12 de febrero (1969) a una comisión del pueblo saharaui.

    El 18 de noviembre de 1966, un referéndum celebrado en el Sáhara demostró al Comité de los Veinticuatro y a la llamada Comisión de Territorios Autónomos que el pueblo saharaui deseaba la unión con España. Como decía ante Franco el señor Seila: “El pueblo del Sahara español ha experimentado en los últimos días una grave inquietud cuando oyó que algunas emisoras y parte de la prensa daban cuenta de la acordado por las Naciones Unidas en relación con la cuestión del Sahara español (de) enviar una misión internacional al Sahara para supervisar otro referéndum en nuestro país”.

    Veamos cuál ha sido la obra de España en aquella provincia, cuál es la decisión de sus habitantes y cómo se pronuncian ante el acuerdo de la ONU.

    Empecemos por decir que, etimológicamente,“Sahara” significa “nada”, es decir, la pobreza absoluta. Por ello, hasta la “nada” tan poco productiva nose acercaron ni los pueblos limítrofes, que con los saharauis no tienen de común más que la religión islámica, ni las grandes potencias colonialistas, que sólo fijaban sus establecimientos en las zonas ricas donde les era posible obtener lucros cuantiosos e inmediatos.

    ¿Qué ha hecho España, asumiendo para sí una tarea de fraternidad que los otros rehusaban? Hoy (1969) se derrochan palabras hablando del desarrollo de los pueblos, de la ayuda que es necesario aportar para que suba el nivel de la vida de las zonas más pobres de la tierra. Pues bien, esto lo hizo España en el “Sahara”, es decir, en la nada y sobre la nada.

    Entresacamos estas frases de uno de los discursos del señor Seila: “…el pueblo saharaui vive una época de paz y de progreso, en todos los órdenes, como jamás hubiéramos podido imaginar”.

    “Se construyen vías de comunicación que enlazan todas las zonas importantes del territorio, se alumbra agua donde quiera que exista, se levantan hermosas ciudades y pequeños poblados que van acogiendo a nuestros nómadas, proporcionándoles vivienda y existencia decorosa. Las escuelas se multiplican, magníficamente construidas, sanas, alegres y bien atendidas, comparables con las mejores del mundo. Tenemos dos institutos de Enseñanza Media, dos Escuelas de Formación Profesional y posibilidad de acceso de la juventud estudiosa a las carreras superiores. En una palabra: nuestros hijos se educan y capacitan para el día de mañana y para una vida que en nada se parece a la que arrastraron nuestros mayores y nosotros mismos en nuestra juventud”.

    “Nuestro Sahara se transforma, y aquello que solamente hace diez años era un desierto inhóspito va convirtiéndose en una zona de condiciones de vida humanas, todo ello gracias a España y a su Gobierno…”

    ¿Cuál es la decisión del pueblo saharaui? El señor Suilem decía el 25 de junio de 1967: “Hoy, como ayer y como mañana, queremos seguir unidos a España…, tenemos el pleno y justo derecho de escoger nuestro destino, el cual jamás podrá separarse de España, la verdadera madre que, con su generosidad y nobleza, nos da todo a cambio de nada”.

    Por su parte el señor Seila insistía el 7 de febrero de 1969: “El pueblo saharaui afirma, como ha expresado con anterioridad muchas veces, que escogió la nación española por su exclusiva voluntad”, añadiendo: “Queremos a España. Es nuestra madre, y ninguna madre puede abandonar a sus hijos desvalidos… Pues bien, estos hijos son orgullosos e indómitos, rechazan y rechazarán con todas sus fuerzas cualquier intromisión de esos extraños poderes que, consciente o inconscientemente, quieren crear en nuestra pacífica tierra un Oriente Medio o un Vietnam, reduciéndonos a la miseria y a la esclavitud…, estamos seguros de que la noble nación española no aceptará esa tremenda responsabilidad ante la historia”.

    ¿Cómo se aprestan nuestros compatriotas del Sahara a responder a la ONU? He aquí una respuesta contundente del presidente de su Asamblea general: “A la ONU, que cada año viene interesándose en la cuestión del Sahara y la incluye en el orden del día de sus trabajos, considerándola como un problema, quiero decirle que nada está más lejos de la verdad y que esto es sólo un asunto que importa solamente a nuestros dos pueblos, el español y el saharaui”.

    “Qué razones pueden existir para la intervención de las Naciones Unidas? ¿La hemos solicitado nosotros? ¿Es que constituimos algún peligro para la paz? Ni una cosa ni otra”.

    “No tenemos la presencia en nuestro territorio de ninguna comisión para supervisar un referéndum, pues estamos bien seguros de su resultado; pero la rechazamos, porque es atentatorio a nuestro honor y a nuestra dignidad. No somos mercancía ni ganado, sino criaturas humanas dignas de respeto”.

    Corroborando con más amplio alcance esta postura, en carta de fecha 30 de diciembre de 1968, dirigida a la Organización de las Naciones Unidas, se dice: “No hay duda de que la ONU ha recibido, a través de los miembros del pueblo saharaui, en los que depositó su confianza, los resultados del “referéndum” que las circunstancias exigieron se efectuara, no teniendo objeto apoyar la venida de una honorable misión, perteneciente al Consejo de Seguridad, a un territorio que ha rechazado y rechaza su visita”.



    Última edición por ALACRAN; 08/05/2024 a las 14:05
    "... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
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    Re: Administración y representación de la Provincia del Sahara bajo Franco

    Petición que presentaron representantes y notables del Sahara español a la ONU para continuar unidos a España, tras un referéndum en 1966, pero que sería desoída por ese siniestro conciliábulo internacionalista



    Revista FUERZA NUEVA, nº 121, 3-May-1969

    (Documento)

    PETICIÓN QUE PRESENTAN A LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS LOS REPRESENTANTES Y NOTABLES DEL SAHARA ESPAÑOL (1966)

    "Los delegados y notables de las fracciones y tribus que constituyen el conjunto de las cábilas en el territorio de la Provincia del Sáhara Español, como representantes de toda la población de la Provincia citada, se honran en dirigir a la Organización de las Naciones Unidas el presente escrito, en el que ponen de manifiesto las cuestiones siguientes:

    Tuvimos conocimiento del acuerdo que decidió la Asamblea General de las Naciones Unidas en el que pedía al Estado español la “liberación” de estos territorios saharianos y la iniciación de negociaciones sobre la soberanía.

    Tuvimos conocimiento también de que el Reino de Marruecos y la República Islámica de Mauritania pretenden, ambos, que tienen derecho a nuestra tierra.

    Por ello, nos vemos obligados a aclarar algunos puntos con precisión, pues aunque la cuestión nos interesa a nosotros más que a nadie, no consultó nuestra opinión más que el Gobierno español.

    Primero: El acuerdo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas no tiene fundamento, pues el pueblo saharaui no está dominado por el Estado español, sino que es una parte de dicho Estado, por su libre voluntad, como una de las Provincias del Estado; y goza de todos los derechos de que disfrutan los demás habitantes, incluido el respeto completo a la religión, a la ley y a las costumbres.

    Segundo: Hacemos constar, en especial, que el Estado español no puso sus pies en el Sáhara con el fin de descubrir, ni permaneció un solo día, desde los siglos que transcurrieron con su presencia en el Sáhara, contra la voluntad de sus habitantes. Si utilizó la fuerza en tiempos pasados fue en defensa de nuestras tierras contra las ambiciones imperialistas extranjeras.

    Tercero: La comunidad islámica existente en la Provincia del Sáhara Español participa con los cristianos, en una atmósfera de completa hermandad, en la gestión de los asuntos públicos, mediante las entidades que representan a la Provincia del Sáhara Español, como el Cabildo Provincial, los Consejos Municipales, las Entidades locales Menores y los Consejos de Fracciones Nómadas.

    Además de esto, nuestra Provincia goza de independencia local en la Administración, y de esta forma, la riqueza que se obtiene queda, en su totalidad, en beneficio de la Provincia. A decir verdad, esta riqueza hoy es pequeña con relación a las necesidades de la Provincia, pero el Estado español enjuga con sus ayudas financieras el déficit existente entre los ingresos y los gastos públicos. Existe un Plan para el desarrollo económico, del que esperamos muchos resultados. Al mostrarse sus primicias, el Estado español no se beneficia de él ni poco ni mucho.

    Cuarto: Nuestra Provincia, a causa de la atención afectuosa española, ha logrado un nivel europeo en todos los aspectos de la vida social (cultura, sanidad, trabajo etc.). Si comparamos todo esto con la debilidad de los países vecinos, vemos que nuestra Provincia destaca sobre ellos con mucho.

    ***
    Basándose en lo expuesto,

    El pueblo saharaui, mediante sus auténticos representantes, declara con toda honradez que su voluntad es permanecer indisolublemente unido con el Estado español, rechazando todas las reivindicaciones que quieren la recuperación de sus territorios, como alegan, de donde quiera que vengan y como quiera que sean esas reivindicaciones.

    Por eso esperamos del buen juicio, recta justicia y espíritu democrático que es el Norte de los actos de esa alta Organización mundial que derogue el acuerdo adoptado por ella y que mencionamos anteriormente, para que nuestro país no se vea expuesto al aprovechamiento de las ocasiones ni a las ambiciones y para que nuestro pueblo no sea víctima de las apetencias imperialistas, cuya ocasión favorable es esperada por parte de ciertos países.

    Si esta petición nuestra no encuentra la acogida que merece por parte de la Organización de las Naciones Unidas, decimos que estamos decididos a defender la unidad de nuestra tierra con la última gota de nuestra sangre.

    Si un día tenemos capacidad para constituir un país independiente, será entendiéndonos con el Estado español, únicamente.

    ***
    Esta es nuestra verdad, que hemos expuesto con toda voluntad, y si alguna duda asalta a la Organización de las Naciones Unidas, estamos dispuestos a comparecer ante la Organización para confirmarle lo que hemos expuesto, o a que se envíe una comisión por parte de la Organización a esta Provincia para que investigue la realidad que hemos citado, pues escribimos esto sin ninguna reserva y esta es la voluntad absoluta que proclama el pueblo del Sahara Español.

    Y la Paz.

    Loor a Dios únicamente. -La bendición sea con nuestro Señor Mohamed y sus familiares.

    Ante los Cadíes Mohammed Ben Abdal-lah El Kelaui y Sid Ibrahim Ben Sid Yaakub Ben El Kemil, en funciones en la ciudad de El Aiún, Sakis Al Hamra, se ha legitimado la firma de los jefes de las cábilas del Sáhara y de sus fracciones que aparecen en el escrito que figura más arriba.

    Los jefes de las cábilas y fracciones han convenido firmar, y estos son los nombres de cada una de ellas y la indicación del número de tiendas que dependen de cada jefe:

    Erguibat-Boihat: 1.100 tiendas. Ulad Musa: 530. Suaad: 660. Laiaicha: 159. Tahlat: 92, Ulad Chej: 370. Ahel El Kasem U Ibrahim: 149. Yenha: 96. Ahel Sid Al-lal: 79. Sellam: 143. etc, (…)

    Esto es lo que hacemos constar sobre la firma de los jefes de las cábilas y sus fracciones, y la firma de todos en el número consignado, según se halla escrito más arriba y al dorso del presente, letra por letra y fecha por fecha (sic).

    El Aiún, Sakis Al Hamra, a 29 de Dulkaada de 1385, correspondiente a 21 de marzo de 1966.

    El siervo de su Señor: Ibrahim Ben Sid Yaakub (firmado y signado).

    Da fe de la validez del presente, el siervo de su Señor: Mohammed Ben Abdal-lah El Kelaui (signado)".

    Última edición por ALACRAN; 28/06/2024 a las 14:02
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    Re: Administración y representación de la Provincia del Sahara bajo Franco

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    Revista FUERZA NUEVA, nº123, 17-May-1969

    EL SÁHARA EN PELIGRO

    Escribe: Blas Piñar

    Un periódico vespertino madrileño rotulaba así hace días (1969), con grandes mayúsculas, su primera página: “MARRUECOS INOPORTUNO”, y añadía “¿quiere calentar el tema del Sáhara?”

    Que el diario no estaba lejos de la realidad lo revelan algunas noticias coadyuvantes, a saber: las declaraciones del Teniente General García Valiño, la intervención de Jaime de Piniés ante el Comité de los Veinticuatro de la ONU, las entrevistas de nuestro ministro de Asuntos Exteriores con los dirigentes políticos de Argelia y Mauritania.

    La política “descolonizadora” de España tendrá que enfrentarse con el tema -y Dios quiera que sea el último- de la provincia del Sáhara, la más extensa y la menos poblada de las provincias españolas: cerca de 280.000 kilómetros cuadrados y unos 30.000 habitantes, según reza la magnífica propaganda del Ministerio de Información y Turismo. La provincia está situada en la parte occidental del continente africano, entre Marruecos al norte, Argelia al noroeste y Mauritania al este. Dista unos 100 Km. de la Isla de Fuerteventura y se halla a 250 Km. de la isla de Gran Canaria.

    Los tres países colindantes reivindican para sí el territorio saharaui, el trazado de cuya frontera, al decir de los autores de “Reivindicaciones de España” (Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1941) hay que considerarlo como “verdaderamente afrentoso para España”. “Parecía -agregan- que una mano sarcástica hubiera empujado los confines de la zona española fuera de todo objetivo importante, de todo nudo estratégico, de todo poblado revestido de interés comercial y político”.

    Hoy (1969), hasta esa zona, conformada políticamente como provincia, con Procuradores en Cortes y Consejeros Nacionales-que juran las mismas leyes e idénticos Principios que el resto de los Procuradores y de los Consejeros del País- se nos intenta arrebatar. Pero si entonces, en 1900, concluyen Areilza y Castiella, “España no tenía acaso otra opción que la de resignarse o sucumbir, en los días actuales no es precisamente la palabra resignación la que debe fluir en nuestro léxico…”

    Si los días actuales son también los de 1969, está claro que nuestra actitud con respecto a la triple reivindicación de la provincia del Sáhara debe ser negativa. Tales, por otra parte, la reiterada voluntad de los españoles de aquella Provincia, como han tenido ocasión de manifestar en el referéndum de 1966, ante las Naciones Unidas, las Cortes españolas y el Jefe del Estado.

    Ello, no obstante, no puede pasar sin el énfasis debido, que un teniente general español haya manifestado con respecto al problema -que indudablemente está sobre el tapete- lo que sigue: “en mi opinión personal pienso que el derecho está de parte de Marruecos… La cuestión de soberanía podrá ser resuelta… en favor de Marruecos”. Tales declaraciones, que merecieron el calificativo de “inesperadas” y “desprevenidas”, y que debieron ser el origen de un cese fulminante, no tendrían demasiada importancia se tratase de una opinión personal sobre un asunto ajeno. Lo curioso y lo inexplicable del caso es que el juicio de una distinguida personalidad española que viste el honroso uniforme militar, haya recaído en tales términos sobre algo que es España, sobre una provincia sobre la cual España tiene y ejerce soberanía. No se trata, pues, de la disputa de Marruecos, Argelia y Mauritania, tres países fronterizos y amigos, sobre un territorio ajeno, o sobre una “res nullius”, sino de una triple reivindicación sobre algo que conforme a nuestro Derecho constitucional y a toda su regulación subsiguiente se integra en la unidad de la Patria.

    Que hay algo más que meros alegatos doctrinales, lo acusa al hecho de que Jaime de Piniés, en su intervención, haya subrayado, luego de aludir a las campañas de prensa y radiodifusión dirigidas a los saharauis, que “con frecuencia se introducen en el territorio agentes ajenos al mismo, que intentan ganarse la voluntad de la población y, en otros, coaccionarla en relación a su futuro”.

    Esta violación de la frontera española en la provincia del Sáhara y las transgresiones delictivas que comportan, no sabemos -al repasar el breve discurso de Piniés- de dónde provienen y por quién se fomentan. Lo que sí sabemos es que Podgorny (ministro de la URSS) ha visitado recientemente Argelia y Marruecos, y que todo nos hace suponer que ciertos comunicados en los que se alude al acuerdo sobre los límites entre ambas naciones no excluyen, sino que velan tan sólo la extensión de dicho acuerdo a la disputa sobre el Sáhara español.

    No creemos tampoco equivocarnos si entendemos que en las conversaciones entre Castiella y Bumedian y las que acaban de celebrarse en Canarias entre nuestro ministro y el representante de la república de Mauritania, el tema de la reivindicación del Sáhara ha ocupado un papel preponderante o único.

    Las apetencias extrañas sobre aquella provincia española se han incrementado por dos razones fundamentales: una de orden económico y otra de carácter militar, fomentadas, claro es, por la debilidad española puesta de relieve en los casos de Guinea y de Ifni. ¿Cómo pueden las diplomacias de los países interesados despreciar una coyuntura en la que parece que volvemos a emplear en nuestro léxico la palabra “resignación”?

    La nada absoluta del Sahara, puesta en milagrosa explotación por el esfuerzo de los españoles, ha tenido como fruto el descubrimiento de una riqueza incalculable de fosfatos tricálcicos, cuya capacidad fertilizante es extraordinaria. Según las estadísticas que tenemos a la mano, hay descubierta una masa de fosfatos tricálcicos con ley aproximada del 45 por ciento, de 400 millones de toneladas; otra, con idéntica ley, situada sobre el nivel acuífero, de 162 millones de toneladas y, por último, otra de mineral superior con leyes comprendidas entre el 65 y el 70 por ciento, por encima del nivel últimamente citado, en cuantía de unos 57 millones de toneladas.

    Desde el punto de vista militar, no cabe duda que al dispositivo soviético de agresión al mundo libre le interesa de un modo especial el dominio de la costa africana de occidente.

    Durante la campaña de fines de 1957, contra las fuerzas irregulares que penetraron en la zona, el entonces ministro del Ejército dijo en un Pleno de las Cortes:“Para nadie es un secreto la importancia estratégica de las Islas Canarias, que ya en el último conflicto mundial causaron la preocupación de los Ejércitos aliados…” “Pues bien, el Archipiélago Canario está ligado estratégicamente a las costas africanas, de las que sólo le separan apenas un centenar de kilómetros”.

    “…el Archipiélago Canario y la zona costera africana inmediata constituyen un conjunto de incalculable valor para quien lo posea. Las islas representan el núcleo en que puede sentarse un poderío naval de primer orden; el desierto es el trampolín del dispositivo de seguridad aéreo, es la verdadera base para aviones y armas que proporciona el espacio y libertad de acción necesarios. La pérdida de la zona costera quebrantaría gravemente la unidad del sistema, dejando al núcleo insular a merced de la aviación táctica, de los efectos de las rampas lanzacohetes y de otros poderosos medios de destrucción creados por el progreso de la ciencia que pudieran ser instalados en el Sáhara por un ocupante intruso”.

    “… si de una parte tenemos que defender nuestros derechos en la costa africana, de otra hemos de preocuparnos de un modo obsesivo de la seguridad de la querida provincia canaria, y de una tercera creemos ayudar a la defensa de Europa y del mundo libre. Tened la seguridad de que España, siempre consciente de sus deberes, como ya dijo a tiempo su Gobierno, no regateará los medios para velar y hacer efectiva su seguridad…”

    Abundando en los mismos argumentos, D. Alberto Martín Artajo, actual (1969) presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores y anterior titular de la cartera del mismo nombre, y cuya hábil e inteligente política internacional supo romper todos los cercos que trataban de asfixiarnos, dictó el 16 de enero de 1965 en la cátedra “General Palafox” de la Universidad de Zaragoza una conferencia, de la que entresacamos por su relación con el tema los siguientes pasajes:

    No estamos en África como conquistadores. Fuimos los conquistados y sólo en parte hemos podido liberar territorios que formaron la continentalidad hispánica en tiempo de Roma y después en el tiempo de los godos. Pudiera decirse que hay una España irredenta al otro lado del Estrecho de la que son partes redimidas Ceuta, Melilla y el Sáhara”.

    “… nuestra presencia en África no ha terminado con la independencia de Marruecos. Y no puede terminar, porque España es también África, no sólo por sus ciudades en la costa mogrebí, sino también, y especialmente, por nuestro Sáhara, que constituye, por decirlo así, espacio vital del Archipiélago canario”.

    “Si África empiezan los Pirineos, Europa empieza en las Islas Canarias y en el Sáhara…”

    Esperamos que nada de esto se olvide, si es que en serio hemos eliminado de nuestro léxico político internacional la palabra “resignación”.

    Blas PIÑAR


    Última edición por ALACRAN; 08/08/2024 a las 13:55
    "... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
    Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)

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