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Sobre las Asociaciones Contra el Aborto: Un Crítica


Por Carlos Esparza

Ante todo dejaré claro que estoy a favor de la vida. Por tanto, estoy en contra del aborto, de la eutanasia y de la pena de muerte. También he participado en concentraciones pacíficas frente a clínicas abortistas.

Dicho lo cual, creo necesario poner sobre el tapete algunos aspectos relativos está cuestión. Seré breve.

En España se lleva abortando desde hace muchos, muchos años. La lista de víctimas sería interminable. Hay que decir que existía una ley anterior que fue consentida por el Partido Popular. Es más, acuso al PP de “mirar hacia otro lado” en sus ocho años de gobierno. Ahora la extrema izquierda gobernante quiere ampliar una ley que jamás se ha cumplido… Y de todas partes surgen asociaciones contra el aborto. ¿Por qué ahora? ¿Por qué no durante los ocho años del PP?

Soy muy escéptico sobre los verdaderos objetivos de estos grupos. Es posible que esté equivocado, que me haya vuelto desconfiado ante “ciertas cosas que pasan”.

Pero hay un PP descompuesto, tras el dichoso congreso de Valencia, que ha renunciado a defender cosas que antes si defendía. No obstante, dentro del PP, también hay gente – una minoría, me temo – que está muy disgustada por el rumbo que ha tomado el partido, y dentro de esa minoría hay gente con dinero e influencias. ¿A dónde quiero ir a parar? Pues verán:

Mucho me temo que gente como “España y Libertad”, “Hazte Oír”, “Minuto Digital”, “Derecho a Vivir”, y todo ese montón de asociaciones que se declaran “Nacional-liberales”, actúan desde dentro del PP. Le hacen el “trabajo sucio” al PP.

Es una estrategia política, nada más. Del mismo modo que la extrema izquierda gobernante lanza cortinas de humo para ocultar su inutilidad y desviar la atención del ciudadano a temas banales (Y la ley del aborto es un tema banal porque se seguirá asesinando como siempre), también el PP utiliza a su gente para atacar al Gobierno o pulsar la opinión de su electorado, escondiéndose bajo una supuesta movilización social espontánea contra el Gobierno. Es un simple juego de poder.

Y eso, a nosotros, no nos interesa