JUECES MERCADERÍA



"Nos dicen los socialistas: Puesto que la ley organiza la justicia, ¿por qué no habría de organizar el trabajo, la enseñanza y la religión? ¿Por qué? Porque no podría organizar el trabajo, la enseñanza y la religión, sin desorganizar la justicia."
Frédéric Bastiat


Todos sabemos cómo está el tema. Como no quiero aburrir con reflexiones que repetimos hasta la saciedad a modo de desahogo, propongo la interesante lectura de este soneto del gran Quevedo, genio entre los genios y español hasta las trancas.


Eso sí: me permito la licencia de dedicar estos versos al Tribunal Constitucional, al Tribunal Supremo, al Consejo General del Poder Judicial, al Sr. Ministro de Justicia (y exministros "democráticos" todos), a la Audiencia Nacional y a Sus Señorías Garzón y Gómez Bermúdez, entre tan distinguida corte.
Francisco de Quevedo



A UN JUEZ MERCADERÍA

Las leyes con que juzgas, ¡oh Batino!,
menos bien las estudias que las vendes;
lo que te compran solamente entiendes;
más que Jasón te agrada el Vellocino.

El humano derecho y el divino,
cuando los interpretas, los ofendes,
y al compás que la encoges o la extiendes,
tu mano para el fallo se previno.

No sabes escuchar ruegos baratos,
y sólo quien te da te quita dudas;
no te gobiernan textos, sino tratos.

Pues que de intento y de interés no mudas,
o lávate las manos con Pilatos,
o, con la bolsa, ahórcate con Judas.


Francisco de Quevedo y Villegas


EL DIVÁN DE SANCHO PANZA