Soy un admirador de la obra de don Miguel de Unamuno, y lo soy casi desde niño. Y tampoco creo que del cuatrilema carlista, según la visión unamuniana quedara reducida solamente a: 'Patria y Fueros'. Puede que Unamuno el rey se la trajera al fresco (que diría un macarrilla callejero), pero la cuestión cristiana, el catolicismo, tampoco se puede decir en puridad que resultaran ajenos de la visión unamuniana. Es difícil de explicar, pero Unamuno a mi siempre me pareció ser una persona muy religiosa.
Cuentan que el mismo día de su muerte, en 1936, recibió en su casa al profesor y falangista Bartolomé Aragón. Al final de la conversación, en la que tuvo un lugar destacado la guerra civil que unos meses antes había empezado, el visitante le dijo que a veces temía que Dios le hubiera vuelto la espalda a España. Entonces, cuentan que Unamuno se inclinó hacia la mesa camilla en la que estaban , dio un sonoro golpe sobre ella y dijo: "¡No! ¡Eso no puede ser, Aragón! Dios no puede volverle la espalda a España. España se salvará porque tiene que salvarse". Dicho lo cual murió... En sus últimas palabras estuvieron presentes dos de las más grandes preocupaciones de su obra: Dios y España.
Cierto es que era un hombre atormentado por las dudas. Y que sus creencias no fueran del todo católicas... pero era un hombre profundamente cristiano. Casi se podría decir de él que 'era un hereje muy católico', y perdón por la aparente gilipolluá, pero es la mejor forma que tenemos algunos para describirlo.
¿Qué otra cosa decir de un hombre que ordenó escribir sobre la humilde lápida de su nicho en el cementerio salmantino en el que está enterrado su cuerpo, estas bellas palabras repletas de religiosidad:
"Méteme, Padre eterno, en tu pecho,
misterioso hogar,
dormiré allí, pues vengo deshecho
del duro bregar".
Vayan desde aquí hasta su recuerdo, con este mensaje mío que cuelgo de este hilo, mi admiración y mi cariño hacia un hombre magnífico. ¡¡Que Dios le tenga por siempre en Su Gloria!!.
Un abrazo en Cristo
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