Tema: Profanación judaica de la Catedral de Buenos Aires y valiente actuación católica

Muchos son los comentarios que se pueden derivar de semejante esperpento sacrílego. Pues de eso se trata la mencionada conmemoración: de un sacrilegio. Pero veamos las razones:

1.- ¿Quienes sufrieron la noches de los cristales rotos, los judíos? bien, ¿por qué, entonces, la conmemoración no se hizo en la sinagoga más grande o significativa de Buenos Aires? A dichos actos podían haber asistido esos mismos individuos presuntamente católicos que se prestaron a la farsa sacrílega en la Catedral.

2.- ¿Por qué en la Catedral? sin duda por el valor simbólico que tiene y que ofende a los católicos. Es cierto que en ninguna sinagoga, o mezquita, ni en parroquia herética, se permite la celebración de un servicio católico, así pues, ¿por qué en un templo católico se permite semejante profanación?

3.- Es sacrilegio desde el mismo instante en el que se pretende celebrar un servicio religioso con el concurso de una importante representación de una comunidad que no reconoce que el altar es el centro en el cual en cada misa el pan y el vino eucarísticos se transmutan en el Cuerpo Místico de Cristo y su Sangre. ¿Cómo se puede siquiera permitir que quienes no reconocen a Cristo hagan un acto religioso en su templo, qué pasa, es que una parte de la jerarquía católica se ha vuelto gilipollas del todo? Porque esperar una mínima coherencia en esa feligresía es esperar a que las ranas crien pelo.

4.- A la vista de la documentación gráfica es evidente que el fanático fuera de si, es decir, el energúmeno, es ese fulano representante de la "tiranía democrática". me apuesto algo a que es masón, y estaba allí para provocar deliberadamente. Y es que el susodicho individuo, tendrá los medios de comunicación a su servicio para jalear a una sociedad desnortada, para continuar con la persistente lobotomía social. Por supuesto, quienes podrían informarnos sobre la posible pertenencia de este pelao, de este indigente moral, a la masonería, serán los propios argentinos.


No cabe ninguna duda:

"El que no está conmigo , está contra mi, y el que no recoge conmigo desparrama". Mt 12,30

¿Quiénes estaban con Nuestro Señor? Los tradicionalistas que allí se reunieron a rezar en desagravio por el sacrilegio.

¿Quiénes estaban contra Nuestro Señor? Esas comunidades judías perfectamente conscientes de que la conmemoración era una abierta provocación, un manipulación y tergiversación de ideas y sentimientos.

¿Quiénes estuvieron desparramando? Los supuestos católicos que allí se concentraron porque siguen sin entender que el único Ecumenismo posible, el único verdadero, no es el que iguala las religiones, sino el que conduce al único reconocimiento de Cristo y de su Iglesia, única y universal.

¡Bravo por los jóvenes que allí tuvieron la valentía de no negar a Cristo y que cunda el ejemplo!