Es excelente el ejemplo que has puesto. Esa delicada línea divisoria ha estado casi siempre llena de gentes que la cruzaban en uno u otro sentido. Hoy parece, según dicen las malas lenguas, yo no sé si creérmelo... que le ha tocado el turno a Ynestrillas. Pero, años antes fueron otros... El padre Llanos, por ejemplo, pasó directamente, y sin escalas, de vestir la camisa azul debajo de la sotana, a sentarse cómodamente en el Comité Central del Partido Comunista. Anguita, Verstrynge... Y eso por no hacer historia e irnos ahora más lejos en el tiempo. Incluso, yo mismo la crucé en su día, salvo que yo la crucé en sentido opuesto a estos de los que ahora hablamos. Pero vamos, te puedo asegurar que cruzando esa finísima línea fronteriza, en ocasiones había tanta gente, que hasta tenías que pedir permiso. Mira, ahora me acuerdo de otro que también anduvo por allí... Pío Moa. Este también iba en sentido opuesto a los tres que al principio me he referido... Aunque parezca mentira, ese es un lugar demasiado concurrido.
Mira sino a las FEMEN, que hasta parecen haber aprendido a sentarse justamente encima de la linea y parece que se les hubiere quedado una teta a cada lado de la frontera... ¡qué adefesios!.
"¡Cosas veredes que farán fablar las piedras!".
Un saludo
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