Si a Cataluña llega un israelí, los dirigentes catalanes le dirán que ellos son sionistas; si llega un palestino lo recibirá un tonto de la CUP; si llega un alemán le dirán que todos allí son visigodos verdaderos sin mancha, ni mezcla; si llega un italiano le dirán que son una provincia de Roma,..., el seguir la política, hechos y andanzas de estos politicuchos es un ejercicio de autocontrol, para no caer en la mas profunda desesperación y tristeza.
Qué provincia puede ser mas española que Cataluña, que es donde mejor se aúna idiotez y genialidad a partes iguales.