Re: Nuestro voto

Iniciado por
Amazonia
Creo que la corrupcion parte del poder, no del poder en si, si no de el poder hacerlo, la corrupcion existe en todo tipo de clases sociales e independientemente del cargo.
Es decir, yo trabajo en un banco, si tengo acceso a las cuentas, el dinero o puedo proporcionar un servicio ilicito a cambio de algo, eso tambien es corrupcion, no?¿.
Robar, hacer favores a cambio de, no siemp`re tiene que ser forzosamente dentro del ambiente politico.
Toda corrupción antes de serlo es inmoralidad, sea en el aspecto que sea. Por supuesto, la corrupción adopta muchas formas en todos los ámbitos, sean políticos, sociales, deportivos, etc., es decir, eso es una obviedad. Pero el asunto es que aquí estamos tratando de la política, no de esos otros ámbitos posibles, por tanto, lo que corresponde es hablar de corrupción política, entre otros aspectos políticos.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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