Sin duda, desde los días claves de septiembre, cada día que pasa es una señal de debilidad por parte del Estado para demostrar su capacidad de ejercer la soberanía en todo el territorio nacional.
Es decir, a medida que se deja transcurrir esto sin detenciones y encarcelamientos se está indicando a imitadores que no sucederá nada si ellos se animan. La espiral puede ser peligrosísima.
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