Sobre la situación bélica causada por los rojos en España, esto escribía en plena guerra civil: 1937, nada menos que el Papa Pío XI en su encíclica "Divini Redemptoris":
...Horrores del comunismo en España
20. También en las regiones en que, como en nuestra queridísima España, el azote comunista no ha tenido tiempo todavía para hacer sentir todos los efectos de sus teorías, se ha desencadenado, sin embargo, como para desquitarse, con una violencia más furibunda. No se ha limitado a derribar alguna que otra iglesia, algún que otro convento, sino que, cuando le ha sido posible, ha destruido todas las iglesias, todos los conventos e incluso todo vestigio de la religión cristiana, sin reparar en el valor artístico y científico de los monumentos religiosos. El furor comunista no se ha limitado a matar a obispos y millares de sacerdotes, de religiosos y religiosas, buscando de un modo particular a aquellos y a aquellas que precisamente trabajan con mayor celo con los pobres y los obreros, sino que, además, ha matado a un gran número de seglares de toda clase y condición, asesinados aún hoy día en masa, por el mero hecho de ser cristianos o al menos contrarios al ateísmo comunista. Y esta destrucción tan espantosa es realizada con un odio, una barbarie y una ferocidad que jamás se hubieran creído posibles en nuestro siglo...
http://w2.vatican.va/content/pius-xi/es/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_19370319_divini-redemptoris.html
Que todo católico tome nota que la versión de la Guerra Civil que le está vendiendo últimamente y atronadoramente "el frente popular de la cultura" (expresión de Ricardo de la Cierva), los descendientes de aquellos energúmenos, no coincide con la de los Papas. Aquí no es ya cuestión de ser "fascistas" o no, sino de ser, sencillamente, objetivos.
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