El Carlismo no apuesta por el "entrismo" electoral, porque en èpocas aceleradas de disoluciòn como la actual, no se debe apuntalar al sistema, sinó jugar a incrementar sus contradicciones, su papel en este momento es una labor de denuncia clara de las causas reales de la situación de la patria,que no son otras que la constitución de 1978 y la republica coronada de Juan Carlos. Y no limitarnos a atacar a ZP y su gobiernos (como hace cierta extrema derecha entrista).El carlismo como en 1933-36 apuesta por el asalto al poder cuando el momento lo requiera,y por ese motivo su linea política es de un analisis global de la situación y sus posibles desarrollos: ANALISIS, REAFIRMACION Y REARME DOCTRINAL Y REORGANIZACION POLITICA DE SUS BASES.
Todo a su momento.
Como indica Donoso, otra cosa es el apoyo a listas municipalistas para ir ensayando presencia política.
Pero la solución de España no vendrá de lides electorales, ni de rebajas doctrinales en busca de votos, ni de estrategias de camuflaje político, ni de adaptaciones al medio. Sino hoy mas que nunca ser el faro,la roca "rocosa", donde se pueda reorganizar la resistencia del catolicismo militante y popular y el sano patriotismo, cuando la situación degenere y se den las condiciones adecuadas para el asalto al poder y esto que parece utópico al dia de hoy, no lo es tanto si se analiza con proyección y prespectiva histórica las posibles evoluciones de la situación caotica actual.
Al carlismo se le ha dado por muerto muchas veces...pero como verdadero movimiento anti-sistema, su momento llega y renace en los momentos decisivos.