He estado leyendo este y otros hilos en los que interviene el forista "Alonso de Ojeda" y creo que éste presenta una cierta obsesión en identificar Andalucía con Castilla.
Sin duda, no le falta razón al incidir sobre el carácter castellano de muchos usos y costumbres de los reinos de Jaén, Córdoba, Sevilla y Granada, pero reducir a Andalucía a una mera prolongación meridional de Castilla es un error, entre otras cosas porque los castellanos de la Meseta norte no presentan ningún interés en considerar como castellanas a las tierras situadas al sur de Despeñaperros.
Desde luego que si se considera como parte de Castilla al reino de Toledo, es absurdo el no considerar parte de Castilla a los reinos de Andalucía, máxime cuando la ciudad de Sevilla llegó a ser capital de la Corona de Castilla con Fernando III el Santo, Alfonso X el Sabio o Pedro I el Justiciero. La incorporación de Andalucía a Castilla sólo sería posible en una imaginaria resurrección de la Corona de Castilla (resultado de la unión de Castilla y León) que incluyese también a pueblos como los gallegos, asturianos, etc. Se trataría de una resurrección de la Corona de Castilla como patria ante una eventual inviabilidad de España. No obstante, este concepto de Corona de Castilla no hace alusión a realidades nacionales o culturales, pues en ese sentido ni los gallegos ni los asturianos son castellanos y los manchegos o los andaluces lo son sólo de forma parcial. Castilla en un sentido nacional y cultural puro se ciñe a la antigua región de Castilla la Vieja más las comarcas serranas de Madrid, la provincia de Guadalajara y ciertas zonas de Cuenca (todo esto de modo muy aproximado, ya que este no es el asunto de este mensaje). En Albacete o en Granada puede ondear la bandera castellano-leonesa y sin duda se habla castellano (en una u otra variante dialectal) y se conservan tradiciones castellanas, pero no son ciudades castellanas strictu sensu.
Andalucía es una realidad anterior a Castilla y en la que los componentes mozárabes y muladíes tienen su importancia, influyendo incluso sobre la población de origen castellano. En el reino de Toledo sucede lo mismo, aunque quizás en menor grado.
Personalmente creo que Andalucía no es Castilla, aunque sí que fue parte e incluso cabeza de la Corona de Castilla, pero ese es otro asunto.
Respecto a los sucesos de 711 estoy completamente de acuerdo con lo que dice De la Cierva y con el forista "Ursus Arctos", quien ha incidido de manera muy acertada en la grandeza creadora del islam andalusí, sólo equiparable a la de Persia y totalmente opuesta a la del islam norteafricano... y no digamos nada del islam en el África Negra (¿por qué no existe en Nigeria algo parecido a la Alhambra o una mezquita como la cordobesa en Senegal?).
Respecto a los inmigrantes magrebíes actuales, también tiene razón De la Cierva en que a la inmensa mayoría les impulsa el venir a España el deseo de trabajar, y si luego hay algunos que se dedican a actividades delictivas no presentan diferencia alguna en este punto con los inmigrantes indios y mestizos de América (algunos de los cuales son cristianos sólo de forma nominal y en realidad profesan religiones paganas como el culto a la Pacha Mama, la santería, etc.). Desgraciadamente, en cualquier ciudad española usted puede ser apuñalado por un delincuente magrebí de la misma manera en que puede serlo por un dominicano o ecuatoriano, por un gitano o por un español... incluso su hija podrá ser violada y asesinada por un maníaco anglo-sajón tipo Tony King (chusma anglosajona también existe y hasta dicen que en Escandinavia hay algún pederasta que otro).
En fin, que lo único que puede temerse de los magrebíes más que de otros colectivos de inmigrantes es aquello del quintacolumnismo y la recuperación de al-Ándalus, que de ser cierto es malo, pero peor aún es ver a España convertida en una sentina multicultural llena de ateos y de adoradores de la serpiente emplumada y los orichas caribeños. También es duro ver como hay lugares en España donde se desprecia a otros españoles... eso toca las narices y lleva a la gente a actuar como Don Opas y los witizanos, que sus razones tendrían para actuar como actuaron.