No creo que la idea del autor del artículo fuera hacer una enumeración exhaustiva. Se dejó a muchos en el tintero, claro. De lo que se trata es de que el movimiento homosexual ha creado unos mitos, unos iconos de los que valerse para promocionarse. Yo prefiero quedarme con el Lorca poeta, que sin ser de mis preferidos tenía bastante talento, y no preocuparme por su más o menos caótica vida personal o su carencia de hormonas. O con el Leonardo pintor o inventor, aunque en el caso de este último, si bien en su juventud fue objeto de una denuncia en este sentido, se desestimó la causa por falta de pruebas y parece que todo se debió a una venganza personal (lo mismo que la tan mitificada muerte de Lorca).