Los excesos de los alemanes en Guernica (magnificados y manipulados por los rojos) se dan en el contexto de una ofensiva militar. Lo que jamás pudo tener justificación alguna y constituye uno de los más execrables actos de la guerra fueron los bombardeos republicanos de Pamplona. En el primero el 22 de mayo de 1938 murieron 11 personas, de ellos 5 mujeres y 3 niños. Era 1938, con el frente norte más que estabilizado y Navarra viviendo en paz desde el 19 de julio de 1936. Fue un claro acto terrorista de odio a Navarra por su contribución a la Cruzada.

Hace unos años los carlistas pretendieron recordar este acontecimiento lanzando octavillas desde una avioneta con textos alusivos a los bombardeos, pero UPN lo impidió.