Respuesta: El burquini transgresor

Iniciado por
Arnau Jara
La semana que viene me bañaré en la piscina de mi pueblo vestido de Pantera Rosa. No veas la que voy a liar.
Como no todos vamos a poder estar presentes, te ruego te hagas unas foticos de tal guisa y las cuelgues aquí para que podamos participar del mencionado acontecimiento.
Coincidiendo contigo en la mayor parte de tu mensaje anterior (edito: no me di cuenta de que quien escribía era kontrapoder), es decir, en eso de ir exhibiendo cueros innecesarios para el uso y disfrute de los baños en la playa, la piscina, el río o el pantano, no me dirás que no debe ser una experiencia terrible bañarse totalmente vestido, y no digamos si el traje en cuestión es de lana, con exposición solar posterior habiendo 40º a la sombra y rebozados en arena como las croquetas.
Para mi que estos moros están como cabras...
Decididamente y por mucho que me gusten los paseos por la orilla de la playa, con todos los efectos benéficos que suponen para la salud, creo que me quedo con las actividades de invierno, porque "ni tanto, ni tan calvo". La virtud está en el medio.
Última edición por Valmadian; 22/08/2009 a las 12:31
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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