GOLPE DE LOS FIFIS: EL FALLIDO PUTSCH PORTUGUÉS


Foto de grupo: algunos de los más eminentes integralistas lusitanos

EL GOLPE DE ESTADO POR IMPRENTA

El integralismo portugués fue una de las experiencias tradicionalistas más interesantes del siglo XX.

Son muchos los literatos, juristas, poetas y filósofos que se agruparon en ese movimiento lusitano, pero es João Mendes da Costa Amaral (1893-1981), subdirector del DIÁRIO DE NOTÍCIAS y diputado de la Asamblea Nacional durante el Estado Novo de Salazar, quien pasa por ser fundador del Integralismo Lusitano. Lo que caracteriza a los hombres que formaron el Integralismo Lusitano es su alta cultura, su catolicismo y su delicada sensibilidad patriótica.

Mendes da Costa Amaral se licenció en Derecho por la prestigiosísima Universidad de Coimbra, amigo de António Sardinha y del aristócrata Alberto Monsaraz. Republicano en un primer momento, aunque con amistades en el grupo Nação Portuguesa, escribió para el diario INTRANSIGENTE, periódico republicano radical que había fundado y dirigía Machado do Santos. A los 21 años se cayó del caballo y se convirtió en monárquico, publicando un folleto "Aqui d'El Rei!". En este opúsculo están contenidos los fundamentos de lo que sería el Integralismo Lusitano. Pero no queremos trazar una semblanza de Mendes da Costa Amaral, sino que hemos reparado en su figura debido a un episodio histórico de la nación hermana: "el golpe de los Fifis".

Se llamó el golpe de los "Fifis" a una intentona golpista dirigida por un militar y un intelectual lusitanos. El nombre de "Fifis" se debe a las iniciales de ambos conspiradores: Filomeno da Câmara y Fidelino de Figueiredo: ahí tenemos a los dos "Fi". Mendes da Costa Amaral se vio envuelto, parece ser que sin culpa, en este conato golpista. Pero, sin entrar en más detalles, digamos que la peculiaridad del golpe de los Fifis se inspiró en una antigua ocurrencia de Machado Santos. El comandante Filomeno da Câmara y Fidelino de Figueiredo pretendieron publicar en el DIARIO DO GOVERNO un decreto apócrifo que exoneraba a los ministros y ponía al frente del Gobierno, concentrando todo el poder en sus manos, al comandante Filomeno da Câmara.

El 12 de agosto de 1927, el comandante da Câmara y el intelectual Figueiredo se presentaron en la Imprenta Nacional, con el propósito de publicar en el Boletín Oficial un decreto redactado e inventado por ellos. En este decreto se destituía al gobierno. Fue por un lado, una acción audaz e incruenta; por otro lado, parece tan disparatado que inevitablemente fracasó. Fidelino de Figueiredo, director de la Biblioteca Nacional de Portugal, se vio obligado a fugarse de Portugal, refugiándose y estableciéndose por un tiempo en Madrid, donde colaboró para el diario EL DEBATE, de Herrera Oria.

El golpe de los Fifis fue un fracaso, pero cualquiera que pueda imaginárselo pensará lo fácil que sería derrocar gobiernos ilegítimos, publicando un decreto de disolución en el B.O.E. si se dejaran derribar. El modus operandi de estos dos idealistas aventureros que quisieron dar un golpe de estado por imprenta nos hace pensar en el prestigio que para ellos tenía la letra. Ese prestigio de la letra y del papel con timbre oficial es muy propio de una nación culta y leída como es Portugal.

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