EL CONDE ALFONSO ENRIQUEZ LIBRA Á LISBOA DEL PODER DE LOS MOROS.
(Anónimo.)
Cuando el conde Alfonso Enriquez, Primer rey de Portugal,
Hijo del conde Borbon, De Borgoña natural,
Despues que en campo de Ourique A muy duro pelear
Venció siete reyes moros Y los trujo á su mandar,
Y despues que por sus hechos Le vino Dios á premiar
Dándole sus cinco llagas Por armas y por señal;
Ya que ganó á Santaren Con mucha guerra y afan,
Y puso á Lisboa cerco Por la tierra y por la mar,
Salió de dentro el Rey d'ella, Llamado Vemalmazar :
Pide al Conde franca entrada , El cual se la mandó dar.
- Habrás de saber, le dice, Que há que tengo en heredad
A la ciudad de Lisboa Treinta y siete años y mas;
Mi padre cuarenta y tres En quieta y segura paz;
Mi abuelo la tuvo treinta Con guerras y mucho afan.
Al fin la habemos gozado En feliz seguridad
Desde que el rey Don Rodrigo La perdió con Portugal;
Y que aquesta noche estando En mi casa á mi folgar,
Vi venir una doncella Al parecer celestial,
La cual hoy me dijo Ser su entera voluntad
Que sin guerra le entregase Mi reino y esta ciudad,
Y que me torne cristiano Para mi alma salvar,
Y tú que te apartes luego, Buen Conde, de mas pecar.-
El Conde quedó espantado De lo que al moro oyó hablar,
Inclinadas las rodillas Comenzó de razonar :
- Mil gracias le doy á Dios Por la merced que me hace,
Y pues que d'esto se sirve, Cúmplase su voluntad.-
En esto luego se entraron Los dos dentro la ciudad,
Do al moro hicieron cristiano Y al Conde rey natural.
(Romancero general.)
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