Vale, pero falta algo muy importante. No basta con respetar a Dios y proteger al catolicismo. No se puede tener moral sin teología porque la moral no será perfecta si no está basada en la teología, y teología católica. Las leyes humanas deben tener por cimiento la Ley de Dios. Dios tiene que ser el centro y fundamento de todo para que la sociedad funcione y haya justicia y progreso. El fascismo está bien intencionado pero se queda corto. Yo me quedo con aquello de Dios, Patria y Rey. Y obsérvese que el orden no es indiferente: primero está Dios.