Ya, Valmadian, pero aquí estábamos hablando del darwinismo (revisa el hilo, por favor...). Yo también era muy dado a la lectura,no solo de filosofía, por aquellos tiempos. Quizás la diferencia entre tu y yo consista en que yo, que jamás he soportado las dicotomías, en aquél momento me incliné por la lectura de algunos de esos autores ateos a los que nombra de Prada en su artículo. Y me incliné a su lectura, precisamente (y es que casi siempre me ocurre igual con el señor de Prada) porque como él siempre he pensado que "la cruda verdad es que las tesis de Darwin y el dogma cristiano colisionan de frente". Y como él opinaba y opino que eso era algo que todos los evolucionistas ateos o agnósticos tenían clarísimo, y además lo sabían argumentar de maravilla (con ejemplos tan incisivos como los que ha traído Juan Manuel de Prada en su artículo). Y chico, ¡qué quieres que te diga!, a mi siempre los 'evolucionistas creyentes', como mi profesor, siempre me parecieron unos chanchulleros que preferían ignorar, en un ejercicio flagrante de deshonestidad intelectual, todas esas razones que los ateos eran capaces de darse cuenta a las mil maravillas... (casi siempre me pasa igual con de Prada, que me veo retratado con una nitidez tal que hasta me pregunto si no será, como dice una amiga mía, una especie de alma gemela mía).
Si echas para atrás, verás que ya en este mismo hilo he planteando antes estas mismas cuestiones que ahora me rebates y que en su día (22/05/2012) no lo hicistes. No sé bien por qué motivo... Échale un vistazo al mensaje número 10, de este mismo hilo y verás que allí también hablé prácticamente de lo mismo: "...me pareció tal disparate comparar el barro bíblico del que nos habla la creación (el barro, que no está vivo, sino que es solamente un objeto inanimado) con un mono (que sí es un ser vivo que nace, crece, se reproduce y muere)".
Por otra parte, como bien dice también el artículo del señor de Prada, citando a Jacques Monod: «La selección natural es el medio más ciego y más cruel de desarrollar nuevas especies. La lucha por la existencia y la eliminación de los más débiles es un proceso horrible... Me sorprende que un cristiano quiera defender la idea de que este es el proceso que Dios estableció para realizar la evolución» (sencillamente, perfecto en su argumentación contra los 'católicos evolucionistas').
En efecto, tal y como dice de Prada, a mi también siempre me resultó inconcebible poderme imaginar un mundo previo a la caída del hombre en donde la vida en la tierra estuviese regida por la selección natural, sencillamente porque me parecía casi una herejía creer en la existencia de un Dios tan cruel. Para mi era imposible creerlo... ¡Dios no podía ser un ser tan perverso!. ¡Me negaba a creer en un Dios como el que pretendían hacerme creer mis profesores, 'católicos-evolucionistas' ellos... en el colegio!. Si realmente ese era Dios, tal y como decían ellos... yo me haría ateo (me decía). O el evolucionismo era verdad y Dios era mentira, o Dios era verdad y el evolucionismo darwinista mentira. Y por aquellos días, tengo que decirte que, naturalmente terminé creyendo más en lo que me enseñaron en el colegio sobre el darwinismo que lo que había aprendido en clase de religión. Jamás pude conciliar dos supuestas 'verdades' que me parecían tan antitéticas. Y como dije antes... fué en base a las lecturas que por aquél entonces leía (todas ellas recomendadas por mis profesores, que todo hay que decirlo), debido a las cuales terminé perdiendo la fé. Sencillamente, me resultaba repulsivo creer en un Dios tan gratuítamente cruel como aquél en el que decían y aún dicen creer los 'católicos evolucionistas'. Un dios que, para terminar su obra creativa, había instaurado un mecanismo según el cual los débiles debían de perecer en aras del triunfo de los fuertes. ¡Ese dios me parecía un nazi asqueroso! y hasta llegué a odiarlo... pero me resultaba imposible dejar de creer en la puñetera ciencia moderna.
De modo que, comencé a despreciar a ese dios tan maltusiano y tan salvaje en el que mis profesores de ciencia contemporánea (empapada de religión modernista) pretendían que creyera...
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Gracias a Dios, hace tiempo ya que he resuelto ese problema y he vuelto a creer en Dios. En un Dios que es amor, misericordia y JUSTICIA infinita. Por supuesto, no en la falsa deidad esa que predican los católicos evolucionistas.
Un saludo
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