
Iniciado por
ALACRAN
Faltaría hacer la consabida distinción entre mal físico y mal moral y su infinita gravedad, al lado del cual el mal físico puede considerarse inexistente: y en él es el, precisamente y para nuestra desgracia, en el que nos ha tocado vivir, movernos y existir en esta asquerosa época. Es inconcebible un suplicio moral mayor que tener que soportar como católicos noticias relativas a los sucesivos energúmenos inquilinos del Vaticano y sus esbirros; y ver cómo se desmorona con total normalidad la Iglesia de Cristo, que se juzgaba eterna.
Perdón por la divagación, ajena al tema.
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