Fuente: Misión, Número 287, 14 de Abril 1945, página 6.




El testigo maravilloso



La Comisión de Estudios Bíblicos nos ha pedido una aclaración acerca del interesante artículo que con el título EL TESTIGO MARAVILLOSO publicamos en el número de Semana Santa, firmado por el señor Trujillo de Vargas. Recordarán nuestros lectores que en él se daba cuenta de una carta que Claudio Favato escribió a su novia Julia Marcela de Illípula, hoy Niebla, relatándole la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, a la que asistió como testigo presencial con su decuria. Invitados a completar los datos de un punto que por falta de espacio quedó en el aire, con mucho gusto publicamos el siguiente párrafo del señor Trujillo de Vargas, que ha de intercalarse a continuación del que empieza: “Sea o no cierta la misma…”

“En la parroquia de Santa María de Niebla se conservaba una lápida sepulcral, descubierta en unas excavaciones, que Julia Marcela, mujer de Claudio Favato, dedicaba a la muerte de su esposo, cuya inscripción dice así: “EL CUERPO ES TERRENO, Y EL ESPÍRITU CELESTIAL; Y CUANDO ESTE VUELVE A SU PRIMERA MORADA, NOS VAMOS A VIVIR ALLÁ ARRIBA, ASÍ HA SUCEDIDO A FAVATO, QUE AHORA GOZA DE LUZ ETERNA Y LOS CIELOS.”